Luchó por 33 horas para mantenerse con vida pero la pelona le ganó la batalla. Ricardo Davis de 45 años, quien se dedicaba a llevar el sustento diario a su hogar desde un taxi, murió la madrugada de ayer martes.
La víctima, se encontraba en estado crítico en la sala de cuidado intensivos del hospital Manuel Amador Guerrero, al chocar su auto con otro.
Lo irónico es que Davis, fue trasladado la noche de este lunes al hospital Santo Tómas y al bajar de la ambulancia, sus signos vitales se esfurmaron.
Su vehículo selectivo 3T-1917 terminó en una cuneta como si fuera la tumba de Johana Rodríguez que quedó inerte en el puesto trasero.
Johana, se dedicaba a empacar en un supermercado para mantener a su familia, pero nunca se imaginó que tomar esa carrera dejara a su dos hijos en la orfandad.
Todo ocurrió frente al cementerio de Puerto Pilón el pasado domingo.
Por: Johar Ferrara