Un fallo del Segundo Tribunal Superior de Justicia de julio de 2005 liberó de cargos a los tres acusados del secuestro y supuesto homicidio del banquero suizo Hans Jorg Bosch, alto directivo en Panamá del USB S.A., subsidiario del Swiss Bank Corporation de Suiza.
La desaparición ocurrió el 13 de agosto de 1998 y el archivo del expediente se ordenó varios años después, dejando el caso en un total misterio. El aparente plagio del banquero se dio en la Torre Swiss Bank, entre las 7:30 y 8:00 de la noche, según denuncia presentada por la esposa de este, Marie Claire Bosch Gavillet, el 21 de agosto del mismo año.
Supuesto secuestro
Días antes de que la esposa de Bosch presentara la denuncia, el 14 de agosto de 1998 familiares y compañeros del banco del suizo empezaron a recibir llamadas pidiendo dinero para su liberación.
Incluso, se recibieron en las oficinas del banco supuestas pruebas de supervivencia que nunca pudieron ser corroboradas. Al inicio el pedido de dinero era de hasta 30 millones de dólares, que al final quedaron en cinco millones de dólares.
En medio de la desesperación, los ejecutivos del banco contrataron los servicios de la agencia británica de investigaciones Kroll, especialista en tema de secuestro y rescate.
La falta de veracidad de esta posibilidad llevó a los investigadores a desestimar el secuestro y continuar con la desaparición forzada.
La investigación por este caso tuvo su génesis en el hallazgo de una osamenta encontrada por el señor Víctor César Suárez Sánchez el día 19 de mar-zo de 2001 en Cerro Azul, en una finca aledaña al Centro de Rehabilitación Remar, según consta en la diligencia de levantamiento y reconocimiento de los restos óseos.
Una evaluación odontológica forense practicada por el doctor Noriel Chang a los fragmentos de mandíbula y piezas dentales había dado como resultado que los mismos correspondían a una persona de edad aproximada entre 60 a 65 años.
Sin pruebas
Sin embargo, no existían declaraciones de familiares que dieran mayor información al respecto ni hoja clínica posible para la identificación y comparación de los mencionados restos óseos.
La fiscal Segunda Superior, Geomara Guerra de Jones, ordenó el archivo del expediente el 30 de enero del 2002. No obstante, el día 7 de junio del 2004, el Laboratorio del Instituto de Medicina Legal del Ministerio Público remitió al despacho de la Fiscalía Segunda Superior el resultado de la prueba de ADN practicada a los restos óseos encontrados, en el cual se determinó que los mencionados restos correspondían a un esqueleto humano completo de sexo masculino, adulto, mayor de 50 años, con una estatura entre 1.55 a 1.65 metros, cuya muerte pudo haber ocurrido menos de un año después de la fecha del hallazgo.
Con esta información, la Procuraduría General de la Nación dispuso remitir a la Fiscalía Segunda Superior una sumaria en averiguación por la desaparición física del señor Hans Jorg Bosch con el fin de ordenar la reapertura del caso y practicar todas las diligencias útiles y pertinentes con miras al esclarecimiento del hecho.
El examen forense determinó que los restos óseos analizados pertenecían a los del banquero Hans Jorg Bosch, quien había sido denunciado como desaparecido.
¿No era él?
Pero este resultado fue descartado de forma categórica por la fiscal especial de Suiza, Cornelia Cova, quien informó a las autoridades panameñas que tres pruebas de ADN hechas en ese país a los hijos del banquero no coincidieron con los de la osamenta que había sido encontrada en Cerro Azul.
No obstante, se reinician las investigaciones y se practican diversas diligencias judiciales, lográndose recopilar un cúmulo de piezas procesales, entre ellas declaraciones e inspecciones oculares, entre otras, las cuales supuestamente daban lugar a la supuesta comisión de los delitos contra la vida e integridad personal (homicidio) y contra el patrimonio (secuestro), en perjuicio del banquero suizo Hans Jorg Bosch.
Fue una declaración de Marta Isabel Garrido Rodríguez, trabajadora de aseo y limpieza en las oficinas del Swiss Bank Corporation, la que permitió conocer que el día 13 de agosto de 1998, al terminar su trabajo aproximadamente a las 8:00 de la noche, vio a un sujeto en actitud extraña por la salida de los estacionamientos del edificio, a bordo de un vehículo Four Runner de color azul oscuro. Detalló que el sujeto era de tez trigueña, alto, contextura mediana, corte bien bajito, vestía pantalón oscuro y camisa panabrisa color crema, al cual nunca había visto.
A través de un reconocimiento fotográfico posterior en rueda de detenidos reconoció al mismo sujeto, identificado como Martín Eduardo Henry Rodríguez, quien era el conductor del abogado Gilberto Boutin, un amigo de Bosch.
Henry Rodríguez declaró bajo juramento que en compañía de Edgardo Naranjo De Salas trasladaron al doctor Boutin a la Torre del Swiss Bank la noche en que ocurrió el hecho.
Versiones variadas
Posteriormente existieron fuertes contradicciones en los testimonios de Henry Rodríguez y Naranjo De Salas y los de Luis Antonio Torregroza, quien desde el inicio de su declaración manifestó que la noche del 13 de agosto de 1998, a eso de las 7:00 de la noche, él estuvo con el señor Hans Jorg Bosch en un coctel en el Hotel Radisson, por motivo de la inauguración de un banco.
El 21 de agosto de 2004 la Fiscalía Segunda Superior hizo efectiva la orden de detención contra Boutin cuando participaba como expositor en una actividad académica que se realizaba en el Centro de Convenciones Atlapa, en el marco del Primer Congreso Latinoamericano de Derecho Procesal.
Con él fueron detenidos sus dos escoltas, en atención a que Boutin fue la última persona que estuvo con el occiso el día y hora en que desapareció, lo que a juicio de la Fiscalía constituía un indicio grave de oportunidad y presencia de su posible participación con el hecho investigado.
Uno de los escoltas se retractó bajo el argumento de que había sido presionado por el Ministerio Público para implicar a su jefe Boutin.
El 23 de septiembre de 2004, el pleno de la Corte Suprema de Justicia resolvió que era ilegal la detención de Boutin, basado en que el Ministerio Público no pudo probar conducta alguna de su parte en los supuestos actos de secuestro ni en los que produjeron la supuesta muerte del señor Hans Jorg Bosch.
En julio de 2005 el Segundo Tribunal Superior de Justicia dictó un sobreseimiento para Boutin y los dos guardaespaldas por el caso del banquero suizo.
Vía: Sonia Navarro
Mi Diario