¿Qué pasaba por la mente de Víctor Crismatt Jr. mientras cercenaba la cabeza de su padre, que aún estaba con vida?
Quizás nunca lo sabremos ni por qué lo hizo, ya que el mismo no rindió entrevista ante la Sección de Homicidio/Femicidio de la provincia de Coclé y se limitó a usar su prerrogativa constitucional de no declarar. En cambio, al hablar con su defensora pública solicitó de inmediato un acuerdo de pena aceptando los hechos.
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Esta es la fría historia de un hijo con corazón de hielo y mirada imperturbable quien sin ayuda cometió uno de los crímenes más horrendos que se recuerde en la provincia de Coclé.
Eran las 5:45 p.m. del 5 de agosto de 2016 cuando las primeras sombras del ocaso intentaban cubrir los últimos rayos del sol que durante el día calentó Río Hato, en Antón.
Aquella tarde será imborrable para un trabajador de la Plaza Ocean Mall, ya que fue testigo del más escalofriante hallazgo que puede tener un ser humano cuando fue a botar un caliche con una carretilla en los terrenos baldíos que estaban detrás del recién inaugurado Súper 99 y observó dos piernas humanas que estaban siendo carcomidas por aves de rapiñas.
De inmediato dio aviso a las autoridades que llegaron para proceder con el levantamiento.
Allí se ubicaron dos bolsas, una negra con bolas blancas y la otra de rayas rojas con negro. En la primera estaba la cabeza, el tronco y las extremidades superiores; y en la segunda, las piernas.
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Una denuncia interpuesta por un señor días antes sobre la desaparición de su jefe Víctor Manuel Crismatt Villamil les dio una pista a las autoridades.
Identificación
Una prueba de ADN extraída de la clavícula del cadáver fue cotejada con la sangre de Yajaira Iveth Crismatt, dando positivo de que se trataba de su padre Víctor.
Captura
En las primeras 48 horas ya se tenía como sospechoso a Víctor Manuel Crismatt Jr.
La DIJ de Penonomé obtuvo el testimonio de un taxista del área de San Carlos, quien señaló que a eso de las 9:00 p.m. del 4 de agosto un hombre con acento extranjero a bordo de una camioneta Rav-4 gris le pidió que lo llevara al Aeropuerto Internacional de Tocumen, ya que no sabía llegar y debía viajar a los Estados Unidos.
Pero al llegar la aerolínea estaba cerrada, por lo que lo lleva al Hotel Bahía Suites, ubicado en el corregimiento de Calidonia. El 5 de agosto en horas de la mañana el taxista recoge a Víctor y lo lleva a calle 50 donde compró el boleto de avión en la compañía American Airlines y lo trasladó hasta el aeropuerto.
Sigue pesquisa
Mientras Víctor regresaba a Estados Unidos, las diligencias en Panamá seguían. Fue así que tras la autorización de un juez de garantías se allanó la Rav-4, dentro de la cual se levantaron 22 muestras de sustancias que dieron positivas en sangre humana, que al ser comparadas coincidieron con la víctima, constatando que fue allí donde se transportó el cadáver.
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También se encontró un cartucho con un cuchillo de gran tamaño nuevo y el recibo de la compra de un hacha.
Necropsia
La médico forense Yilinda Fernández Ríos determinó que Víctor murió el 3 de agosto de 2016 producto de un shock hemorrágico y descuartizamiento y que su decapitación fue estando vivo al igual que la mutilación de sus brazos. Toda esa evidencia sirvió a la fiscal Johany De León al sustentar su causa.
Por: Jairo Cornejo | Mi Diario