Luis Asprilla está metido en tremendo lío. ¿Y eso?
Resulta que aparentemente se dedicaba a estafar con la modalidad de venta de vehículos usados. Hacía contratos supuestamente notariados y pedía abonos que las personas le depositaban en una cuenta en la Caja de Ahorros y encima les ofrecía a los incautos una comisión de 250 dólares por cada persona que recomendaran, convirtiéndolos en víctimas y hasta 'cómplices involuntarios'.
Dos de los afectados estuvieron en la redacción de Mi Diario y nos adelantaron que el sujeto se hacía pasar por unidad del SPI y de esa manera se ganaba la confianza de los demás y cuando logró tener el dinero de por lo menos 16 personas (se presume que hay más) se desapareció, cerró sus redes sociales, se mudó y hasta cambió de línea de celular.
Algunas víctimas han ido un poco más allá y se fueron hasta casa de los familiares y estos no saben dar respuestas, también se fueron a las oficinas del SPI y allá dijeron que Asprilla ni trabaja ni trabajó en la institución. Finalmente los afectados decidieron interponer una denuncia por estafa sin contar que ahora la institución también lo está rastreando por usar ilegalmente el uniforme de los escoltas.
Pero si creía que eso era todo, se equivoca, resulta que el sujeto se encontraba con las personas para mostrarle los autos que les estaba vendiendo, lo que no contaba es que uno de ellos le tomó foto hasta la placa de 'su futuro carro' y luego investigando se dieron cuenta que era un auto de una arrendadora. Alquilaba los carros para que las vícitimas se creyeran el cuento.