Para algunas personas el sexo lo es todo y eso puede ser peligroso.
Tal fue el caso que involucró al destacado jurista Juan Carlos Dudley Porras, de 46 años de edad, y dos prostitutas colombianas que la madrugada del jueves 13 de diciembre del 2007 ingresaron en la 'suite' 55 del 'push' París, ubicado en la Transístmica.
¿Pero qué pasó en la 'vía láctea'? Resulta que un vendedor de chicha que se encontraba en un local frente al 'push' escuchó los gritos de dos mujeres y en su momento relató: 'Yo vi a dos, una de ellas con falda y la otra con pantalón ‘jeans’ azul... pero había una que tenía uno de sus brazos como cortado'. Agregó que una de las mujeres llevaba sus zapatos en la mano y trataba de parar un taxi.
Además, manifestó que al principio pensó que las habían asaltado, pero que nunca se imaginó que eran sospechosas del crimen de un hombre letrado.
Sanguinarias
Lo cierto es que a las 7:45 de la mañana ya la Policía Nacional se encontraba custodiando el lugar; mientras el personal de Criminalística revisaba la escena, al igual que el carro Mercedes Benz con placa 363994, de color gris propiedad del abogado y estacionado en el garaje de la habitación 55. Así mismo, estaba en busca de pistas que ayudaran a dar con las responsables; ya se había confirmado que estas eran sexo-servidoras.
La escena de violencia que presenciaron los peritos e investigadores era dantesca. El abogado Juan Carlos Dudley yacía dentro de la tina del baño de la 'suite' 55 bañado en su sangre con heridas de arma blanca, la mayoría infringidas entre el cuello y la espalda.
Luego se confirmó que en total Juan Carlos Dudley recibió 155 puñaladas en diferentes partes del cuerpo, pero la que le causó la muerte fue la herida que recibió en la yugular, según reveló la necropsia.
Los personajes
¿Pero por qué este hecho llegó a tener tanta connotación en la sociedad? Todo se debió a los personajes, por un lado Juan Carlos Dudley, destacado jurista y primer vicepresidente del Colegio de Abogados; profesor en la Universidad Santa María la Antigua, de la cual era egresado, y miembro de la Asociación Panameña de Derecho Marítimo y de la Asociación Internacional de Abogados.
Para su mala fortuna, después de cuatro meses las autoridades lograron darles captura a las colombianas Blanca Estela Donado Solano, alias 'Bianca', y Melany Narváez Victoria. Ellas habían visto la oportunidad de hacerse con las pertenecías del jurista cuando él acudió a ellas en busca de una madrugada de placer.
Malvadas
Tras la detención de estas féminas, quienes se culparon mutuamente del hecho de sangre, las interrogantes del sangriento asesinato empezaron a revelarse y fue así como se conoció que Blanca Estela Donado llegó a Panamá como ilegal en 2006 tras ingresar por Puerto Obaldía, en Guna Yala, desde su natal Colombia. Luego se acomodó en Colón, donde ejerció la prostitución.
Nació en las afueras de Barranquilla, Colombia, en el seno de una familia humilde y desde su adolescencia se dedicó a la prostitución y consumo de drogas, según consta en el expediente del homicidio de Juan Carlos Dudley.
Ya en la capital, junto con Melany Narváez, alquiló un apartamento en Coral Hill, Linda Vista. Después del crimen pasaron un tiempo ocultas en el cuarto de un conocido en Río Abajo, pero ambas fueron sorprendidas por la justicia: la primera laborando en un restaurante en San Carlos; mientras que a Melany Narváez la arrestaron al intentar salir del país por el aeropuerto Internacional de Tocumen.
El juicio
Ambas mujeres fueron declaradas culpables por parte de un jurado de conciencia, el Segundo Tribunal Superior de Justicia del Primer Distrito Judicial, mediante Sentencia del 24 de noviembre de 2010 las sanciona como autoras del delito de homicidio doloso agravado.
También quedó registrado en la historia judicial del país cuando Blanca Estela Donado, en ese entonces con 25 años de edad, se convirtió en la primera mujer con la condena más larga en el país, al tener que purgar 30 años de prisión.
Pero antes de ser condenada, en el 2009 parió a una niña, aunque solo estuvo con ella los tres días que estuvo en la maternidad del Hospital Santo Tomás.
Para su compañera en el crimen, Melany Narváez, la pena fue de 28 años de prisión e inhabilitación para el ejercicio de funciones públicas por el término de ocho años.
La sentencia se dio después de que se confirmara que el asesinato del abogado Juan Carlos Dudley fue con premeditación, impulsado por el robo de sus objetos de valor, dinero en efectivo y la billetera del occiso con los papeles de un ciudadano extranjero. Además, se le despojó de una cuchilla multiuso personal, con la cual perpetraron el crimen, pero esta nunca apareció, como tampoco las tarjetas de crédito ni un valioso reloj de la víctima.
El escape
Lo más lamentable en esta historia es que ambas mujeres a la fecha no han pagado por sus crímenes, incluso se presume que están fuera del país, tras protagonizar dos asombrosas fugas.
La primera de ellas burló la seguridad del centro femenino de rehabilitación Doña Cecilia Orillac de Chiari, fue Bianca Estela Donado el 26 de octubre de 2012, en medio de una protesta y reyerta en el penal que fue aprovechada por las reclusas, quienes protagonizaron una fuga masiva logrando la captura ese mismo día de 52 de ellas.
Mientras que Melany Narváez Victoria se fugó la madrugada del lunes 18 de febrero del 2013.
Ángel Calderón, exdirector del Sistema Penitenciario, confirmó en el 2013 que las autoridades colombianas le informaron de la detención de una mujer y del hallazgo de restos óseos de otra; sin embargo, hasta la fecha no se confirmó si se trata de Blanca Estela Donado. Pero lo cierto que parece que a ambas colombianas se las tragó la tierra.
Nota: Carlos Ávila Rivas