En Semana Santa son muchas las costumbres y tradiciones que en las diferentes comunidades se siguen practicando, mientras otras tristemente han desaparecido con el paso de los años.
Una de las más practicadas en años pasados fue la tradición del pescado seco, en Remedios y Pedregal. Quienes se dedicaban a la faena secaban los peces al sol para evitar que se dañaran y así lograr que durara meses, para permitir su consumo en los días santos, en los cuales no se debía trabajar. Pero la llegada de aparatos tecnológicos como refrigeradoras y sistemas de hornos de estufas han causado la desaparición de esta tradición, acotó el pescador Juan de la Cruz González, quien recalcó que ni jueves ni viernes se asistía al río o a la playa, porque la tradición decía que al hacerlo podrías volverte pez o te crecían escamas.
FRUTOS
Otra tradición muy conocida y que se practicaba el Viernes Santo es el momento en que con rejo de caballo o rama de mirto se cuereaban los árboles que no ofrecían frutos. 'Mi mamá nos decía que sin hablar con nadie y en horas del mediodía agarráramos un mulero o rejo para cuerear los árboles de manera que en su temporada dieran frutos', puntualizó Elvin Córdoba.
En cuanto a dulces o comidas en la actualidad no ha cambiado mucho la degustación de mariscos en Semana Santa, mientras en regiones como Querévalos, Alanje y otros puntos se presentan los llamados panecitos, pepitas de marañón, conservas y comidas poco perecederas que se hacen ahora en menor cantidad.
Otra de las tradiciones que se ha ido disipando es la peregrinación al Cristo Yacente, que se encuentra en la parroquia San Francisco de Asís, en Dolega, el mismo data del siglo XVII. El Cristo está prácticamente guardado como una reliquia.
Por: Zoila Mayanis Chávez