'Fueron siete minutos de angustia, solo tenía en mi mente que debía rescatar con vida a ese niño'. Así recordó el agente Álvaro Sánchez aquel acto de sacrifico por el prójimo que hizo este sábado 5 de agosto en la comunidad del Giral, en el corregimiento de Buena Vista, en la provincia de Colón.
El reloj marcaba las 8:10 p.m., cuando al 104 se recibe una llamada telefónica donde una madre desesperada, con la voz entrecortada y agitada al ver que su hijo estaba en un hueco de unos 25 metros de profundidad por donde circula aguas servidas, pedía que le ayudarán a rescatar a Jair Antonio Calderón, su hijo de 9 añitos.
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De inmediato el subteniente Ladislao Rodríguez, el cabo 2do. José Quintero y el agente Sánchez, se desplazan al lugar a bordo del patrulla 83690. Al llegar estaban los vecinos y la madre desesperada viendo qué podían hacer para rescatar al pequeño.
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Sin pensarlo y sin medir los riesgos, el agente Sánchez con la ayuda de los vecinos encuentran una segunda entrada para llegar hasta donde estaba el niño que no solo lloraba de miedo, sino por un dolor en una de sus piernas.
'Con todo y uniforme me metí por esa alcantarilla y nadé hasta que llegué a él. No me importó nada. Al sacarlo y entregar al niño a los paramédicos, di unos 4 pasos y me desmayé, según me contaron mis compañeros, cuando desperté iba en camino en la ambulancia hacia el Hospital Manuel Amador Guerrero donde me dieron los primeros auxilios', nos contó el agente Sánchez, quien le agradeció a Dios y a su familia el haberle enseñado el valor de la vida y el sacrifico por el prójimo.
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El niño se encuentra estable, pero con una pierna fracturada al caer a la alcantarilla.
Para el agente Sánchez está acción fue una gran enseñanza que no dudaría en repetirla porque su mayor orgullo es lucir el color azul de su uniforme que diariamente le permite cumplir su juramento y sobre todo Proteger y Servir.
MI DIARIO / WEB
