Maida Mariel Melhado Molina y Miguel Stocel López desde que se conocieron siempre pensaron en formar una familia y así lo hicieron.
Ellos viven en una humilde casa en el sector de San Pedro N°1, en Juan Díaz, y de su unión nacieron dos hermosas criaturas: una tiene 5 años y la última cuenta con 3 años de edad, a las cuales han criado con mucho amor y esfuerzo.
En el año 2012, Maida y Miguel fueron sorprendidos con la noticia de que estaban esperando su segundo hijo. Les dijeron que iba a ser un niño. Este nació a las 10:40 de la noche del 1 de mayo en el Hospital Santo Tomás. Se veía saludable y hermoso, pesó seis libras y fue parto natural.
El nuevo integrante de la familia Stocel Melhado trajo mucha alegría, pero jamás se imaginaron que el bebé traería un problema genético.
Apenas nació le dieron un nombre de niño: David. Sin embargo, un día después, luego de una evaluación por parte de los doctores, determinaron que el bebé tenía genitales ambiguos.
En primera instancia, un doctor le indicó a Maida que el infante tenía una pequeña malformación llamada hipospadias (es una anomalía congénita por la que el pene no se desarrolla de la manera usual).
El menor permaneció hospitalizado durante 15 días en el Hospital del Niño, mientras que los médicos especialistas le realizaban las diferentes pruebas. Le tomaron varias muestras, ya que las mismas no daban con un resultado certero.
No fue hasta cuando el infante cumplió un mes de nacido cuando le volvieron a realizar otro examen, dando el resultado del cariotipo 46 XX, o sea, niña.
CASO RARO
A raíz de esto, la familia pasa un proceso muy complicado, debido a que el cariotipo que tiene el bebé no lo acompaña con los órganos internos, ya que no tiene ni útero ni ovarios, pero sí pene.
Su madre lo vistió como niño hasta cuando tenía un año y medio, porque los rasgos predominantes eran masculinos, pero luego del resultado del examen de cariotipo decía normal para femenino 46XX. Ellos como padres tomaron la decisión de vestirla de niña.
Maida indicó que hay días que ven a su bebé con una mirada de niña y otros días de niño. Igualmente, en ocasiones le gusta jugar con juguetes de niños y otros días de niñas.
La preocupación de los padres es que en el 2017 cumplirá cinco años y aún no tienen definido el sexo.'Lo que no queremos es que más adelante, cuando sea adolescente, se descubra su verdadero sexo', explicó Maida, sentada junto a su esposo en el pasillo de su residencia.
Actualmente está siendo atendida por una genetista en el Hospital de Especialidades Pediátricas Omar Torrijos H., de la Caja de Seguro Social, en vía España. (Leer explicaciones de la experta).
Le tienen que realizar dos exámenes sumamente costosos que superan los 15 mil dólares, para saber en realidad cuál es su sexo y por qué marca 46XX sin tener órganos de mujer.
La realidad es que estos análisis de laboratorio no los hacen aquí en Panamá.
Uno de ellos se llama 'Secuenciación Exórmica Paralela', que dura cuatro meses para dar el resultado y el CGH-SNP, que es la otra prueba y el resultado demora entre dos a tres semanas, pero antes de eso tienen que recaudar el dinero.
DIAGNÓTICO
El pasado jueves, a Maida le entregaron parte de los resultados que le han realizado. Certificaron que tiene un trastorno de diferenciación sexual con sexo psicológico masculino, sexo genético femenino 46 XX, sexo genérico gen SRY-, sexo de genitales externos masculinos, sexo de genitales internos testículos, biopsia gónada positivo por testículo.
Pendiente: secuenciación de ADN. Por esa razón los padres abrieron la cuenta 0472-991765788 en el Banco General, para que los panameños y el Gobierno los ayuden a recaudar el dinero que necesitan para realizarle los exámenes lo más pronto posible.
Maida también ha comprado decenas de alcancías en donde pondrá un distintivo en la parte de afuera de las mismas para colocarlas en los diferentes locales comerciales de Panamá, para que las personas se pongan la mano en el corazón y los ayuden a lograr la meta.
El Despacho de la Primera Dama conoce del caso e incluso quedaron en reunirse con los padres. La respuesta sigue pendiente.
Vía: Jairo Cornejo