Pese a las necesidades, María Elena Chirú, madre de una adolescente y de otro niño, se esfuerza empleando la agricultura y su talento para ayudar a su familia a tener sobre la mesa los alimentos que necesitan a diario.
Cerca de la casa, junto con su esposo que le ayuda esporádicamente debido a que él trabaja en una granja, la señora María Elena tiene un pequeño huerto en el cual siembra ají, zapallo, culantro, cebollina, y de igual manera en los alrededores de su casa tiene sus yucas, plátanos y otros árboles frutales muy frondosos.
ANIMALES DE GRANJA
Pero eso no es todo, porque esta mujer también tiene su pequeña cría de pollos para el consumo y la venta cuando las circunstancias así lo permiten. Es así como ella junto con sus hijos tratan de trabajar de manera unida, mientras su esposo busca un salario para poder pagar la escuela de la hija mayor y brindarles a todos un mejor futuro.
TALENTO
Otro de los oficios que practica la señora María en el tiempo que le queda libre es ir al monte a cortar sus ramos de junco para poder hacer los sombreros que aprendió de su madre.
Una vez llega a la casa, empieza la preparación de dicha obra que va desde ponerlo al sol varias veces, dejarlo afuera a coger el sereno, pasarlo por agua caliente, lavarlo con jabón cuidadosamente hasta lograr un color crema pálido.
Aunque no ha promocionado este tipo de trabajo, esta moradora de El Harino de Capira cuenta que de vez en cuando hace sus negocios, lo cual le ayuda mucho en sus gastos diarios. Es una dama humilde y trabajadora, digna representante de la mujer panameña.
Por: Alicia Valdés