La draga D’Artagnan, una de las más potentes del mundo, llegó a Panamá para escribir su propia historia en las aguas del Canal ampliado.
Esta imponente y majestuosa maquinaria ingresó al cauce de la vía acuática a finales del mes de diciembre del 2010. A partir de ese año, empezó a marcar su huella en el programa de ampliación, específicamente en el sector Pacífico.
Su tarea: remover 9.1 millones de metros cúbicos de material del fondo y los costados del canal de navegación.
Características
La D’Artagnan es una draga de corte succión, autopropulsada, es decir que tiene motores para moverse por sus propios medios. Esta gigantesca trituradora de roca tiene un movimiento pendular que favorece o facilita su uso dentro del canal de navegación, ya que con relativa facilidad se puede retirar para facilitar el paso de una embarcación que se aproxime.
Este poderoso equipo, propiedad de la empresa belga Dredging International, puede calificarse como una 'industria de excavación eléctrica flotante'.
Navegación segura
El ingeniero John Langman, quien era gerente ejecutivo de Administración de Proyecto de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), señala que el dragado se hizo para permitir la navegación segura de los buques Pospanamax que transiten por el Canal ampliado.
Estos buques podrán tener hasta 49 metros de ancho (manga) y hasta 15 metros por debajo del nivel del agua (calado), mientras que los canales para los buques que usan las esclusas actuales están diseñados para embarcaciones de hasta 32 metros de manga y 12 metros de calado.
Langman explicó que el contratista dueño de la D’Artagnan dragó de forma segura y ambientalmente responsable el material de fondo a lo largo de unos 14 kilómetros en la entrada del Pacífico. Esa enorme maquinaria también dragó en el lago Gatún.
Tecnología de punta
La operación no podía dañar estructuras cercanas ni afectar el paso de buques desde y hacia las esclusas de Miraflores y Gatún, ni tampoco el tráfico asociado a los puertos vecinos. Para ello, se utilizaron los equipos de dragado más grandes, modernos y sofisticados de la industria.
Con la D’Artagnan, la ampliación dio un salto tecnológico, ya que esta impresionante y novedosa draga minimiza la necesidad de las labores de perforación y voladura ligadas al dragado.
Sus labores en el Pacífico culminaron en junio de 2013, completando así las exigencias del programa de ampliación del Canal de Panamá.
La draga D’Artagnan marcó un hito en este proyecto de esclusas. La perfección de sus trabajos dejó satisfechos a todo el equipo.
Y así, tras el deber cumplido, este monstruo flotante se despidió de las aguas canaleras, con la salvedad de que puede regresar en un futuro para seguir aportando a la historia de nuestro Canal.
Nota: Ivis Leonardo Franco
Internet y Cortesía /ACP