Más de 5 mil plantas de la flor del Espíritu Santo, una especie de orquídea que es la flor nacional de Panamá y está amenazada de extinción, se encuentran en plena floración en una finca aledaña a la capital que lucha por preservarla.
Declarada como la flor nacional de Panamá en 1980, esta planta terrestre de la familia de las orquídeas despliega su belleza blanca marfilada en una finca de la comunidad de Las Gaitas, en Capira.
Roberto Antonio Gómez comentó a Efe que comenzó a cultivar las orquídeas 'como barreras vivas para ir mejorando la apariencia de la finca, para que le brindara una mejor imagen a la producción agrícola en el campo'.
Pero el buen comportamiento de la planta le animó a aumentar su producción hasta llegar a las alrededor de 5.000 que ahora cuida, por lo que opinó que 'no debería estar en peligro de extinción porque es fácil de cultivar'.
La 'flor del Espíritu Santo' florece entre finales de junio y noviembre, aunque la planta tarda en alcanzar esa capacidad 5 años.
Su belleza la ha hecho blanco de una explotación desmesurada, al punto que su venta está regulada por el Ministerio de Ambiente de Panamá.
La 'flor del Espíritu Santo' está incluida en el apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre, entre las especies con mayor grado en peligro de extinción, explicó a Efe el especialista en orquídeas tropicales y miembro de la Asociación de Orquídeas de Panamá, Gaspar Silvera.
Explicó que esta orquídea (Peristeria elata) habita en los bosques de las provincias de Panamá, Coclé y Colón en alturas de hasta 1.000 metros sobre el nivel del mar, aunque también se le ha encontrado en algunas zonas de las provincias centrales de Herrera y Veraguas.
La bibliografía disponible indica que la Peristeria elata es originaria de Panamá, donde hay mayor cantidad conocida, aunque también ha sido hallada en algunas áreas de Colombia y Ecuador. EFE