En Panamá, anualmente, nacen 75 mil niños y niñas, de los cuales 10 mil a 15 mil aproximadamente tiene la probabilidad de presentar factores de riesgo de alteraciones en el neurodesarrollo.
Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) de la Contraloría General de la República revelan que Panamá cuenta con una población estimada de 1 millón 300 mil personas menores de 18 años, de los cuales 500 mil niños menores de 5 años son atendidos en la Caja de Seguro Social (CSS).
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Es importante destacar que el Programa de Alto Riesgo de la CSS ha atendido y evaluado, en 5 años, aproximadamente 60 mil niños.
En ese sentido, la CSS atiende a sus pacientes con factores de riesgo infantil dentro de los diferentes módulos acondicionados en las diferentes instalaciones de salud a nivel nacional, denominados gimnasios, en el cual se realizan juegos, terapias físicas, técnicas de masajes, entre otros.
'El juego forma parte de una terapia bien establecida y delimitada para lograr el adecuado desarrollo de nuestros niños, siendo los juegos y juguetes los instrumentos de trabajo para que el niño logre desarrollar esas actividades y alcance su máximo desarrollo', indicó el Dr. Roberto Grimaldo, jefe del Programa Nacional de Alto Riesgo Neonatal de la CSS.
De ahí la importancia que los niños jueguen y utilicen juguetes que ayuden al estimulador temprano a evaluar y medir las habilidades y deficiencias que puedan presentar los niños en su vida diaria.
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El juego es una actividad necesaria para que el niño se desarrolle de una forma integral, ya que esto le permite representar, explorar, construir, descubrir y conectarse con el mundo que le rodea, acotó el Dr. Grimaldo.
Agregó, que los niños necesitan repetir las cosas para poder aprenderlas y una buena forma es a través del juego, utilizándolo como estrategia de enseñanza y aprendizaje tanto para padres como para los niños.
Los juegos son de gran valor como instrumento de aprendizaje y por su contribución al desarrollo psicomotriz, cognitivo, sensorial, socia afectiva y en el lenguaje y comunicación.
En la parte psicomotriz los niños ejercitan su coordinación y la motricidad gruesa y fina. Los balones, cuerdas para saltar son buenos para tener un buen desarrollo físico.
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En el área cognitiva se pueden diferenciar formas, tamaños, colores, y adquirir habilidades como la clasificación, seriación, memoria y atención (rompecabezas, juegos de memoria).
También, se logra que los niños sean capaces de percibir estímulos del ambiente a través de sus sentidos: olores, sonidos, texturas, etc. y emitir respuestas adecuadas.
Para la parte socio afectiva, el juego es una forma de contacto entre los niños, que le permite expresar sus emociones, descargar energía y satisfacer sus deseos.
Por último, el lenguaje y comunicación que ayudará a que el niño sea capaz de adquirir o reforzar su lenguaje comprensivo y expresivo a través del juego, la exploración y la repetición (tarjetas de lenguaje, CDs, radios).
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Todo niño tiene el derecho al deporte, juego y recreación, que constituye un estímulo para el desarrollo afectivo, físico, intelectual y social de la niñez y la adolescencia, además de ser un factor de equilibrio y autorrealización, séptimo derecho del la Convención sobre los Derechos del Niño (1989) según el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (UNICEF). CSS
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