En la primavera de 2007, una serie de extranjeros, muchos de ellos provenientes de Rusia, llegaron al aeropuerto de la Ciudad de Panamá para ser recibidos por un chofer que los condujo en un Cadillac blanco con el logo de Donald Trump en un costado.La limusina pertenecía a una empresa encabezada por un exvendedor de autos brasileño llamado Alexandre Ventura Nogueira, que ofrecía a los visitantes la oportunidad de invertir en el último proyecto de Trump: una torre de 70 pisos bautizada Trump Ocean Club International Hotel and Tower.
Era el primer hotel internacional de quien se convertiría enpresidente de Estados Unidos, un conjunto que incluía departamentos residenciales y un casino en un edificio en forma de vela frente al mar.
Nogueira era un extrovertido y animado joven,' recordó Justine Pasek, quien fue coronada Miss Universo por Donald Trump en 2002 y actuaba como portavoz del negocio de Nogueira, Homes Real Estate Investment & Services, en 2007.
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Todo el mundo estaba impresionado por Homes, que parecían estar en la cima delauge inmobiliario del momento'.
Una de las personas a las que Nogueira quería impresionar era Ivanka, la hija de Trump.
En una entrevista con Reuters, Nogueira dijo que se reunió y habló con Ivanka 'muchas veces 'cuando ella manejaba la participación de Trump Organization enel emprendimiento de Panamá. 'Ella se acordaría de mí' dijo.
Ivanka estaba tan encantada con su habilidad para lasventas, dijo Nogueira, que le ayudó a llegar a ser uno de losprincipales agentes del desarrollo e, incluso, apareció con ellaen un video promocionando el proyecto.
Una investigación de Reuters, en conjunto con la cadena estadounidense NBC News, sobre el financiamiento del Trump Ocean Club reveló que Nogueira fue responsable de entre un tercio y la mitad de las ventas anticipadas del proyecto.Además descubrió que hizo negocios con el colombiano, David Murcia Guzmán, que más tarde fue condenado por lavado de dinero y ahora está detenido en Estados Unidos, con un inversionista ruso que fue enviado aprisión en Israel en la década de 1990 bajo cargos de secuestro agravado por amenazas de muerte, y con un inversor ucraniano que fue arrestado por presunta trata de personas, mientras trabajaba con Nogueira y más tarde fue condenado por una corte en Kiev.
(Foto de Archivo: A la inauguración de la torre de Trump en Panamá asistió Ricardo Martinelli, presidente de ese entonces)
Tres años después de participar en el proyecto Trump Ocean Club, Nogueira fue detenido por las autoridades panameñas bajo cargos de estafa y falsificación no relacionados con el emprendimiento de Trump.
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Después de haber sido liberado con unafianza de 1,4 millones de dólares, huyó del país.Nogueira dejó atrás un rastro de personas que afirman que éllas engañó, incluyendo en el caso de los departamentos en elproyecto Trump.
Las denuncias acabaron en al menos cuatro casoscriminales que ocho años después no han sido juzgados aún.A sus 43 años, Nogueira niega las acusaciones y dijo a Reuters en un correo electrónico: 'No soy un ángel, pero tampoco un diablo'.
Ivanka Trump declinó hacer comentarios sobre sus negocios con Nogueira. Un portavoz de la Casa Blanca remitió las preguntas a la Trump Organization. Alan Garten, jefe de asuntos jurídicos de la empresa, dijo: 'Nadie en la Trump Organization,incluyendo la familia Trump, tiene recuerdos de haberse reunido hablado alguna vez con esa persona'.
Trump puso su nombre al desarrollo y llegó a ganar hasta 75 millones de dólares con él, según el prospecto de un bono parael proyecto.
El empresario no tuvo control administrativo sobre la construcción ni tampoco la obligación legal directa de investigar a otras personas involucradas.Aún así, algunos expertos en asuntos legales dijeron que el episodio plantea preguntas sobre los pasos que dio Trump para revisar de dónde venían los ingresos del proyecto.
Arthur Middlemiss, exayudante del fiscal de distrito en Manhattan y exjefe del programa global de anticorrupción de JPMorgan, dijo que como Panamá era 'percibido como muy corrupto', quien haga negocios allá debería investigar a las otras personas involucradas en sus proyectos.
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Reuters no pudo determinar qué averiguaciones previas hizoTrump en relación con el proyecto Ocean Club.
La Casa Blanca remitió las preguntas de Reuters sobre el desarrollo Ocean Club a la Trump Organization. Garten dijo que el papel de la Trump Organization en ese proyecto 'estuvo todo el tiempo limitado al licenciamiento de su marca y aproporcionar servicios de administración. Como la compañía no era la dueña ni el desarrollador, no estaba involucrada en la venta de unidades en la propiedad'.
De acuerdo con Garten, la Trump Organization 'nunca tuvo ninguna relación contractual o comercial significativa' con Nogueira. Nueve exsocios o empleados de Nogueira entrevistados por Reuters lo acusaron de engañarlos a ellos y a sus clientes. Dosde los nueve emprendieron acciones legales contra Nogueira, pero esos casos todavía tienen que ser juzgados.Cuando fue contactado por Reuters inicialmente, Nogueira no quiso responder preguntas.
En un correo electrónico que escribióel 4 de octubre dijo: 'Cualquier cosa que diga podría dañar amuchas personas importantes y poderosas. No estoy seguro dequerer hacer eso'.
Pero más tarde aceptó reunirse. En una larga entrevista, describió sus contactos con la familia Trump y su papel en el proyecto Ocean Club. Dijo que solamente cuando el proyecto Ocean Club estaba casi terminado supo que algunos de sus socios e inversores en el proyecto eran criminales, incluyendo lo que él describió como conexiones con la 'mafia rusa'.
Nogueira dijo que no había lavado dinero sucio a sabiendas en el proyecto Trump, aunque sí confesó que más tarde lavó efectivo a través de otros esquemas para funcionarios corruptos de Panamá.
El vendedor dijo que no era su trabajo chequear el origen del dinero que usaban los inversionistas para comprardepartamentos en el Trump Ocean Club.
No sabía que el dinero venía de algo ilegal. Mientras hicieran transferencias y no fuera en efectivo, no estaba preocupado por el origen del dinero', sostuvo.
Nogueira dijo que nadie lo interrogó sobre el origen de los fondos.
Nadie me preguntó nunca. Los bancos no preguntaron. Los desarrolladores no preguntaron. La Trump Organization no me preguntó. Nadie me preguntó: '¿Quiénes son tus clientes? ¿De dónde viene el dinero?'', aseguró.
No está claro cuánto dinero lavado, si acaso alguno, acabó en el proyecto Trump.Las fuentes del dinero para otros proyectos inmobiliarios enlos que Trump licenció su nombre han estado bajo escrutinio este año.
En marzo, una revisión de Reuters halló que al menos 63 personas con pasaportes o direcciones rusas compraron propiedades con un valor combinado de 98,4 millones de dólares en siete torres de lujo con la marca Trump en el sur de Florida.
Entre los compradores figuraban hombres de negocios conconexiones políticas y funcionarios rusos de segundo y tercer nivel.
En respuesta a esta historia, Garten, el abogado de la Trump Organization, dijo que el escrutinio sobre los vínculos comerciales con Rusia son inapropiados y que la nota es'exagerada'.
Extracto del Reportaje de NBC y REUTERS