Sus pasillos eran oscuros y tenebrosos. Los gruesos muros de concreto estaban revestidos de revistas porno, nombres inolvidables, manchas de sangre y de cuanto recuerdo puede soportar una fría pared de cemento.
Poca luz ingresaba a través de los barrotes oxidados. Detrás de ellos, cientos de internos que ansiaban la libertad.
Quienes estuvieron ahí saben de lo que se vivía las 24 horas del día: violaciones, palizas, torturas y humillaciones. Sí, así era la inhumana cárcel La Modelo, que por 71 años fue una muralla contra los derechos humanos.
En sus inicios fue un modelo en cuanto a infraestructura, sanidad y seguridad para las personas que infringían las leyes del territorio panameño. Pero con el paso del tiempo se convirtió en la sucursal del infierno.
Llegó a albergar a los más peligrosos delincuentes del país, asesinos, traficantes de droga, ladrones, violadores y hasta políticos. También se hizo famosa por sus numerosas reyertas y motines que dejaron cientos de heridos. Se calcula que en sus últimos cinco años se registraron 50 crímenes en de La Modelo.
Dentro de sus estructuras existían leyes internas hechas por los propios reos y al que las rompía o decía algo le podía costar la vida. En unas de sus paredes fue escrita una frase que hoy reposa en el museo del Instituto de Criminología de la Universidad de Panamá:
Uno aquí sobrevive porque esta boca no sabe decir lo que ven estos ojos'.
Marcela Márquez, exdirectora del Instituto de Criminología, indicó que La Modelo, El Renacer, Coiba y el Centro Femenino 'Cecilia Orillac de Chiari' fueron construidos para que funcionaran como cárceles, los demás fueron cuarteles policiales remodelados para cárcel.
Indicó que La Modelo contó con un reglamento interno sobre la clasificación de los internos, personal administrativo, custodios y guardias, pero mucho de esto no se cumplió.
La criminóloga explicó que existió una celda de aislamiento, que era la más temida por los delincuentes.
Era una celda que se encontraba en el sótano, era un lugar totalmente húmedo, no contaba con servicio higiénico ni mucho menos luz eléctrica. Los castigados pasaban varios días acostados en el piso sobre su orina y excremento.
Señaló que cuando inició esta cárcel, las celdas tenían capacidad para 4 personas y terminó con más de 10 en una celda. Tanto era el hacinamiento que las hamacas colgaban dentro de las mismas celdas y entre las galeras.
Testimonio
Se le llamará José (nombre ficticio). Un robo lo llevó a estar por varios meses en la celda de la preventiva cuando tan solo tenía 25 años.
Dijo que para él esos meses se convirtieron en años, por todo lo que se vivía ahí dentro.
Recordó que en la madrugada se escuchaban gritos en los demás pisos y que un oficial pasaba con el tolete golpeando cada barrote de canto a canto y luego los mojaban con agua a presión.
Señaló que sus compañeros que estaban en otras celdas llegaron a sufrir de insomnio por temor a que durante la noche o madrugada le hicieran un daño.
Felipe Camargo Amaya, mayor de las Fuerzas de Defensa y quien perteneció al G-2, fue detenido por el Ejército americano el 24 de diciembre de 1989. Al momento de su detención ya no era militar activo, luego que años anteriores Manuel Antonio Noriega le había dado de baja.
Camargo, quien fue considerado prisionero de guerra por la Cruz Roja Internacional, estuvo preso durante siete años entre la cárcel La Modelo y El Renacer, y salió de prisión en 1997.
El exmilitar dijo que estuvo preso en La Modelo en la celda N° 20, que era para los miembros de las Fuerzas de Defensa. Allí permaneció junto con 15 oficiales.
Su derrumbe
Seis meses antes de que la deteriorada estructura fuera demolida, unidades policiales hicieron que los privados de libertad se desnudaran y los colocaron en fila india para golpearlos con los toletes. Todo se dio luego de una reyerta cuando los internos exigían mejoras. Pero lo que jamás pensaron fue que serían vistos por un fotógrafo y camarógrafo de 2 medios de comunicación. Las imágenes fueron impactantes y al presidente de turno, Ernesto Pérez Balladares, no le quedó otra que ordenar su demolición.
Fue la mañana del 10 de diciembre de 1996 cuando 75 kilogramos de dinamita hicieron escombro la fortaleza que por 71 años fue universidad del terror. Solo quedan las secuelas y el recuerdo de la infernal La Modelo.
Datos
- Su construcción fue bajo el mandatodel expresidente Belisario Porras en 1921, cuya obra culminó en el año 1925.
- Estaba ubicada en avenida B, en El Chorrillo, frente al cementerio Amador. Su capacidad era para albergar a unos 250 privados de libertad, pero terminó con más de 5 mil detenidos.
- El edificio contó con tres pisos, un sótano, un patio en la parte trasera y otro más pequeño en la parte de adelante.
- La Modelo contaba con cuatros galeras, tres de 24 celdas y otra de 20.
- Sótano, la preventiva, 1 y 2; piso de delincuentes comunes y último piso más peligroso.
SUS DIRECTORES
La cárcel tuvo 42 directores.
- Cnel. José María Pinilla (1968-1969).
- Cnel. Armando Aguilera P. (1986-1988).
- Cnel. Alfredo Remón (1988).
- Cnel. José Santo Motta (1988).
- Teniente Luis Gordón (1991).
Por: Jairo Cornejo
Fotos: Álvaro Reyes | Archivos de Corprensa