El bon o pan dulce de frutas, platillo tradicional de origen afroantillano que se elabora principalmente en la provincia caribeña de Colón, es uno de los manjares típicos de la Semana Santa en Panamá.
En cada esquina de las 16 calles del Casco Antiguo de la ciudad de Colón los grupos familiares se congregan para exponer al público bon de diferentes tamaños, formas y decorados, a lo largo del asueto religioso.
Azúcar, anís, canela en polvo, frutas cristalizadas y pasas son los ingredientes que le dan el toque a este pan de color chocolate, muy buscado en estas fechas', expresó a Efe Ricardo Richard, quien desde hace diez años elabora y vende bon junto con su familia.
Aunque muchos creyentes lo usan para representar el pan que partió Jesús durante la Última Cena, otros lo consumen por costumbre o por gusto, alejados de las actividades religiosas.
Richard recordó que el bon es solo uno de varios alimentos con sabor afroantillano que se preparan en la provincia durante la Semana Mayor.
Esta es una comida que proviene de los primeros asentamientos de los negros traídos al país durante la época de la construcción del Canal de Panamá; el arroz con coco y el pescado con escabeche y bacalao, son otros de esos', relató.
De acuerdo con los historiadores, los primeros africanos fueron traídos a inicios del siglo XVI a Panamá, principalmente de Guinea y de la región entre Senegal y Angola, pero otra oleada proveniente de las Antillas llegó a inicios del siglo XX para la construcción del canal de Panamá.
Recomendaciones durante Semana Santa
El joven Richards constató que muchas personas de otras provincias viajan hasta Colón para poder llevarse su pan, porque el sabor y contextura de los que se hacen en otros sitios 'no es el mismo'.
La mayoría compra el bon cuadrado porque es más fácil cortarlo, otros prefieren uno redondo. Lo decoramos con diferentes diseños, como una cruz, líneas o círculos para hacerlos más vistosos', explicó.
Aunque Colón es la cuna de este platillo, otras provincias como Panamá lo han adoptado para producirlo durante las celebraciones religiosas o en otras fechas.
Mientras tanto, en la Panadería Colón, una de las más emblemáticas de la provincia, decenas de panameños y extranjeros se reúnen para buscar el pan dulce que pondrán en su mesa esta semana.
Uno de ellos es Domingo Chávez, un colonense que dijo a Efe que prefiere comprar el bon en esa panadería, porque considera que tiene un receta original.
Expresó que cada año sus allegados le solicitan más y más bon, por lo que tiene que comprar un numeroso pedido para compartir con amigos y familiares en estos días libres.
Como costumbre, en los diferentes hogares las personas le colocan al bon un poco de mantequilla y en algunos casos queso amarillo, que permite degustarlo con un buen café negro. EFE