Solo quedan los recuerdos que se vierten con las fachadas hoy inexistentes de los cines que antaño existieron en la provincia de Panamá Oeste.
En ellos las personas pagaban diez centavos para poder pasar un rato de diversión y esparcimiento. Hoy, no queda nada; en su lugar hay comercios y pululan modernas salas de cine que hacen pensar que nada de esto existió.
LA CHORRERA
Edgardo Herrera, profesor de historia y filosofía, manifiesta que en La Chorrera se inició presentando documentales al aire libre, cuyo escenario principal era el parque Feuillet. Luego se trasladó a una casa de madera en la avenida de Las Américas, donde la familia Collazo fue la encargada de administrar el primer cine cerrado.
Sostiene el profesor Herrera que con el transcurso de los años se fundaron dos salas de cine en La Chorrera, uno en la calle Real conocido como cine Rialto, y el otro en avenida de Las Américas llamado Cine Panamericano y que luego se conoció como Cine Moderno. 'Ambos centros de diversión presentaban películas parecidas: dos películas por noche, una noche con película solo para adultos, en ambas se podía entrar presentando diez envases de café Durán.
El Rialto, además, aceptaba diez platillos de Malta Vigor, una noche de canto, un matiné los domingos a la una de la tarde donde se presentaban películas infantiles o de poca violencia', expresó Herrera.
De igual manera explicó: 'Ambos cines se promovían con papel manila pegados estratégicamente por todo el pueblo. Algunas veces llegaron a presentarse artistas famosos e incluso partidos políticos lo utilizaron para reuniones multitudinarias'.
PREFERIDAS
Las películas más vistas eran las mexicanas, especialmente las de lucha libre; las norteamericanas de vaqueros y finalmente las argentinas.
Su desaparición se dio a finales del siglo XX, aunque después fueron inaugurados en plaza Oeste los más recientes Cines Moderno 1 y 2, pero su existencia fue corta.
ARRAIJÁN
En Arraiján no se construyó una estructura de cine dedicada exclusivamente a la proyección de películas, más bien fueron personas que transformaron sus hogares en salas de cine, cobrando hasta diez centavos la entrada. Uno de ellos fue el señor Esteban Bouregard en la barriada Thatcher. Allí, además, se hacían concursos de cantantes aficionados y se presentaban obras de teatro.
Otra de las personas fue el señor Amador Olive, quien utilizaba su casa de madera y de dos pisos para la presentación de películas donde los lugareños atraídos por esa pantalla en movimiento acudían a ver generalmente películas como las de vaqueros o de los tres mosqueteros, entre otras. Hoy allí se ubica la cantina Rancho Grande.
Más recientemente existió en el área de Vista Alegre un multicinema conocido como Cineplex, pero también su duración fue corta, pues las salas fueron dañadas por una inundación en el lugar.
En los distritos de Capira, Chame y San Carlos no existen registros de la existencia de salas cinematográficas.
ACTUALIDAD
Al igual que en casi todo el país, las viejas salas de cine hoy le han dado paso a multicines ubicados en los denominados 'mall' y Panamá Oeste no es la excepción.
En Arraiján existen las salas Cinépolis Westland Mall y se tienen proyectadas otras más en nuevos centros comerciales que están en planeación en ese distrito y en La Chorrera.
Por: Alicia Valdés