Barack Obama se ha convertido este domingo en el primer presidente de Estados Unidos en visitar Cuba tras la revolución de 1959, en un histórico viaje enmarcado en el deshielo entre los Gobiernos de Washington y la isla socialista.
Obama llegó a La Habana en la tarde del domingo para una visita de tres días durante los cuales se reunirá con su homólogo cubano, Raúl Castro.
Nada más aterrizar, el mediático presidente de EEUU lanzó un '¿Qué bolá, Cuba?' en su cuenta de Twitter.
¿Que bolá Cuba? Just touched down here, looking forward to meeting and hearing directly from the Cuban people.
— President Obama (@POTUS) 20 de marzo de 2016
Las expectativas en torno a la visita de Obama hasta el martes son enormes. Además de ver a Raúl Castro, el líder estadounidense se reunirá con disidentes cubanos y pronunciará un histórico discurso en el Gran Teatro de La Habana, en el corazón de la ciudad.
Obama no verá en cambio al ex presidente Fidel Castro, según las previsiones de la Casa Blanca.
La visita es un nuevo hito del histórico deshielo que anunciaron ambos países en diciembre de 2014, tras décadas de hostilidades ideológicas. La enemistad con Cuba lastró durante décadas también las relaciones de Washington con América Latina.
Washington y La Habana reanudaron relaciones diplomáticas en julio de 2015 tras más de 54 años de ruptura. El giro es parte de la nueva política de diálogo con Cuba y América Latina que Obama impulsa en la recta final de su presidencia.
Obama llegó a la isla acompañado por su esposa, Michelle Obama, y sus hijas Sasha y Malia, así como una amplia comitiva de senadores, congresistas, empresarios y deportistas.La familia Obama empezará su visita con un paseo por el bello centro colonial de La Habana Vieja.
l mandatario estadounidense se reunirá también en la Catedral con el arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Ortega, uno de los pocos interlocutores reconocidos por el castrismo fuera del aparato gubernamental en la isla.