Óscar Vásquez tiene 44 años y pesa 400 kilos. Hace años que no sale de su casa en Palmira, al este de Colombia, la obesidad y la ansiedad le han hecho perder toda su autonomía. Bajar de peso es su única salvación.
'Las dificultades de vivir con esta obesidad son muchas porque uno no puede hacer lo que hacen los demás, es una limitación total', explica Vásquez, quien cuenta con el apoyo de su familia para asearse y comer.
Para ir al médico, la única ocasión en la que traspasa la puerta de su casa, han diseñado una camilla hecha con dos barras de acero y una lona 'como las que cubren un camión', cuenta Vásquez.
Unos 16 bomberos ayudan a cargar a Óscar a la camilla, y luego lo suben a una ambulancia. Óscar es el caso más grave que ha registrado en Colombia la Fundación Gorditos de Corazón, dedicada a la atención de este tipo de pacientes, explica Salvador Palacios, su portavoz.
De joven ya tenía tendencia a la obesidad, pero todo se complicó tras la muerte de su madre por un infarto. 'Por su estado de ansiedad y depresión se encerró en su casa por más de diez años', expresó Palacios.
DEFORMADO
Su cuerpo se deformó, además sufre una artrosis de rodilla por su peso. Los pliegues de piel le causan llagas, y sufre de un linfedema pélvico, una protuberancia entre las piernas que pesa unos 40 kilos, en la que acumula líquido linfático y grasas.
'Estos pacientes, no se dan cuenta que llegan a esta fase, hasta que llega un momento en que solo esperan a morir', señala Palacios.
El tratamiento más urgente y efectivo para Vásquez es un balón gástrico para que pierda entre 25 y 40 kilos. Superada esta etapa, será sometido a una cirugía de manga gástrica, con la que se espera una reducción de entre 70 y 90 kilos más. Y para acabar, una intervención de bypass gástrico por laparoscopia, que debería ayudarle a terminar de bajar hasta los 100 kilos.
Según Palacios, la obesidad se ha convertido ya en un problema de salud pública en Colombia y no existe las capacidades de atención a este tipo de pacientes.
Vía: laprensa.hn