Por décadas Mossack Fonseca se hizo de la vista gorda con el embargo y ayudó al gobierno cubano a incorporar sociedades anónimas en Panamá, Bahamas y las Islas Vírgenes Británicas.
El despacho de abogados Mossack Fonseca brindó servicios a compañías que habrían violado las leyes del embargo estadounidense o que tenían vínculos con empresas específicamente bloqueadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, según indican registros hallados en los mal llamados Papeles de Panamá.
Algunas de las compañías secretas cubanas que el bufete panameño ayudó a crear estaban conectadas a entidades en una lista de personas y nacionales bloqueados, con los que las empresas estadounidenses y sus sucursales tienen prohibido hacer negocios debido a conexiones con el terrorismo, el tráfico de drogas o a programas de sanciones a determinados países.
En asociación con McClatchy y el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación(ICIJ), el Nuevo Herald obtuvo acceso a millones de documentos filtrados de la firma panameña.
Tres compañías creadas por el estado cubano en paraísos fiscales, Miramar Investment Corporation Ltd, Mercaria Trading S.A y Caribbean Sugar Traders, tuvieron como uno de sus directores a Porfirio Medero Paiva, que aparece identificado con la dirección en Madrid de la compañía CRYMSA Import Export. CRYMSA está en la lista de 'personas y nacionales especialmente designados' de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro.
el Nuevo Herald