Las crisis son necesarias y hay que generarlas', dijo en 2007 el entonces presidente Hugo Chávez, y solamente así se puede entender el problema energético que sufren los venezolanos bajo el mandato del chavista Nicolás Maduro, dice un crítico del régimen.
El ingeniero petrolero y articulista venezolano Nelson Hernández dijo a Excélsior que la población venezolana vive una 'crisis de supervivencia... un sin luz' desde hace ocho años, la cual se ha intensificado este 2016.
La crisis energética es tan grave en Venezuela que el gobierno de Maduro se ha visto obligado a recortar la semana laboral de la burocracia a dos días de trabajo, para ahorrar el consumo de electricidad.
El gobierno afirma que la crisis de energía que enfrenta el país se debe a la prolongada sequía causada por el fenómeno El Niño, y que los niveles de agua de la central de Guri –que provee casi 70% de las necesidades energéticas del país– se han visto reducidos de forma crítica.
Pero la postura de la oposición en ese sentido es otra. Los adversarios del régimen dicen que la crisis energética es producto del 'mal manejo, la falta de mantenimiento y la corrupción' que el gobierno socialista ha ejecutado en ese sector.
Horacio Medina, el secretario ejecutivo adjunto de la opositora Mesa de la Unidad Democrática en Miami (MUD-Venex), comentó a Excélsior que 'en primer término, debemos tener presente que la crisis del sector eléctrico en Venezuela no es un asunto coyuntural, ni achacable al fenómeno El Niño; se trata de un problema estructural'.
El opositor enfatizó que el incumplimiento e inconsistencia de la planificación a mediano y largo plazos; la falta de opciones adecuadas frente a la contingencia; el retraso en la construcción de obras de infraestructura y la poca transparencia en los procesos de adquisición de equipos en licitaciones internacionales, fomentaron esa crisis.
Según la oposición, el gobierno despilfarró casi 50 mil millones de dólares en plantas eléctricas fallidas. Tan sólo entre 2008 y 2015 invirtió 32 mil 800 millones de dólares para contratar la generación de 16.354 megavatios. Pero de ese total sólo se incorporaron 3.044 megavatios en el sistema eléctrico nacional. El resto se esfumó, señaló Horacio Medina.
Una crisis de larga data
Por su parte, el ingeniero Hernández resaltó que la estructura energética del país inició su deterioro en 2002, y que 'existe desidia en cuanto a la importancia de la operatividad de la infraestructura; un caso emblemático es el complejo refinador de Amuay, en Paraguaná (antes la mayor refinería del mundo) que sufrió un accidente en 2012, y hasta hoy no se ha recuperado su funcionamiento. El parque refinador funciona a 40% de su capacidad'.
'En lo referente al sector eléctrico, estamos viviendo una mala administración del agua de la represa del Guri (no es el fenómeno de El Niño), lo que aunado a que el parque termoeléctrico tiene también 40% de la capacidad operativa; estamos ante un racionamiento intenso de electricidad, donde más de 50% de la población se ve afectada entre 4 y 10 horas diarias; sé que todo esto es difícil de entender por el resto de los latinoamericanos, pero así está Venezuela', resaltó.
Para Hernández, la principal causa de esa crisis es la política. 'Es un guión programado para el control y dominio de la sociedad: la crisis eléctrica inició en 2008 y después de ocho años está más profunda, se han tenido los recursos económicos y tiempo para resolverla, pero no se ha hecho, entonces hay interés del gobierno en mantenerla; es política de Estado'.
'Las pérdidas son cuantiosas y quizás difíciles de calcular. A nivel de petróleo se ha perdido una producción de un millón de barriles diarios con respecto al nivel de producción de 1998; existe un déficit de gas que implica un mayor uso de combustibles de alto valor de exportación y se importan gasolina, diesel y gas LP a precios internacionales para subsidiarlos.
'Por otra parte, un estimado del ‘frenazo eléctrico’, como los venezolanos llaman a la restricción del crecimiento de la demanda eléctrica impuesta por el gobierno, alcanza 510 mil millones de dólares... El costo acumulado del racionamiento es de 160 mil millones de dólares', puntualizó el articulista.
A la pregunta de qué medidas deben tomarse para revertir la crisis energética, Hernández, quien cuenta con una maestría por el Gas Technology Institute en Estados Unidos, dijo que la principal medida es un cambio de gobierno, pues de no suceder, la crisis energética se acentuará.
'El venezolano tiene más de diez años viviendo todo tipo de carencias, y lo que sucede es que en los últimos tres años estas carencias se han intensificado (luz, agua, alimentos, medicinas, inseguridad, divisas, etc...) muchos dicen que la revolución ha fracasado; soy de la opinión que ha triunfado, ya que su objetivo era empobrecer a un país y a su sociedad para su sometimiento y lo han logrado, hasta ahora' destacó.
Vía: Excelsior