Consumir alimentos fuente de calcio, especialmente leche, líquida o en polvo, y productos lácteos, como yogur y queso, es importante en todas las etapas de la vida.
Patricia Vial, gerente de nutrición, salud y bienestar de Nestlé Centroamérica, recomienda prestar especial atención a su consumo durante algunas etapas específicas, debido a diversos cambios que enfrenta el organismo:
MUJERES EMBARAZADAS Y LACTANTES
Durante el embarazo es importante cubrir los requerimientos diarios de calcio, pues el bebé está formando todo su esqueleto. Si la alimentación durante el embarazo es deficiente en este mineral, el calcio necesario para el desarrollo del bebé se obtendrá de los huesos y dientes de la madre, lo que provocará una disminución de los depósitos de calcio del cuerpo de la mujer, con posibles deficiencias a largo plazo.
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En el caso de la lactancia, el calcio es un componente fundamental de la leche materna.
En esta etapa, el requerimiento de calcio puede cubrirse con dos porciones de leche o productos lácteos y tres porciones de alimentos fuente de calcio, como las sardinas y las hojas de mostaza.
NIÑOS Y ADOLESCENTES
Debido al acelerado crecimiento y desarrollo de los huesos y tejidos, las necesidades de calcio son mayores en estas etapas. Para cubrir los requerimientos diarios, se deben incluir alimentos como la leche, el queso y el yogur.
Cubrir el requerimiento diario de este mineral es necesario para lograr una masa ósea óptima, algo que ocurre alrededor de los 20 años de edad.
MUJERES DURANTE LA MENOPAUSIA
La reducción de las hormonas femeninas (estrógenos) limita la capacidad del cuerpo para reestructurar los huesos, por lo tanto, la estructura ósea se puede debilitar. La prevención radica en consumir alimentos fuente de calcio durante la infancia y adolescencia, pues pasada esta etapa, el calcio que se absorbe es mínimo.
Durante la menopausia, es de suma importancia cubrir los requerimientos diarios de este mineral, así, el cuerpo no tomará el calcio que necesita del reservorio natural -los huesos-.
ADULTOS MAYORES
A medida que envejecemos, los procesos biológicos se vuelven más ineficientes y la absorción de todos los nutrientes, como el calcio, es menor. Por ende, aumenta la necesidad de consumir diariamente leche y alimentos fuente de calcio.
En esta etapa los huesos no asimilarán más calcio, sin embargo, este mineral es indispensable para diversas funciones del cuerpo: participa en la transmisión de impulsos nerviosos, en la coagulación de la sangre y la contracción de los músculos, incluyendo el corazón.
El consumo de estos alimentos en todas las etapas de la vida, y la actividad física frecuente, reducen el riesgo de osteoporosis. Asimismo, la actividad física diaria ayuda a que se utilice mejor el calcio en el cuerpo.