En mis tiempos de infancia, recuerdo los sabios consejos de mi abuela: “Controle sus emociones, piense siempre antes de actuar”. Últimamente vemos constantemente y ya se ha convertido en algo tan común espectáculos lamentables de personas que no controlan sus emociones y pensamientos, revientan en una violencia incontrolable y peligrosa exponiendo algunas veces hasta la vida.
Me hago la pregunta, ¿Qué paso con la tolerancia, la paciencia y la cordura? en la calle, oficina o en cualquier lugar estamos sujetos a tensiones que al fin de cuentas ninguno de nosotros escapamos, pero siempre depende de nosotros como responder a los problemas o situaciones difíciles que exigen sabiduría y buena actitud.
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A diario tenemos luchas interminables con nosotros mismos, enormes tormentas se agitan en nuestra mente donde nuestros pensamientos compiten entre lo positivo o negativo, afectando nuestro comportamiento y nuestra capacidad de desarrollo y productividad.
Tener una buena salud mental es un compromiso muy importante y muchos lo ignoran y no tienen idea de cuánto influye en nuestro entorno e interacción humana.
Piensa lo bueno y positivo, debes ponerlo en práctica diariamente y te aseguro que vas a obtener resultados agradables.
Esta sociedad necesita urgente un buen saneamiento mental, donde las emociones pasen a segundo plano y seamos más pro activos, siempre pensando en el bien de los demás y dejando nuestros intereses a un lado. Piensa saludable.