No tomar más alcohol ni el café son buenas soluciones para cortar la resaca (o goma, en buen panameño) que puedes estar sintiendo en estos momentos. Algunas investigaciones científicas explican en detalle qué le ocurre a nuestro organismo cuando tomamos bebidas alcohólicas y por qué padecemos resaca.
El ingrediente activo del alcohol es el etanol, una sustancia que afecta directamente a nuestro cerebro y que produce que las neuronas trabajen de forma ralentizada. Por eso no se habla con claridad o se pierde el equilibrio del cuerpo. También produce un efecto de desinhibición, llevándonos a decir barbaridades y hoy podemos estar arrepentidos. Otro de los síntomas comunes es el apetito y la sed: la deshidratación es el principal factor de la resaca. El etanol es, de nuevo, el culpable de que nuestro organismo no absorba la cantidad de agua necesaria para el correcto funcionamiento de los órganos.
REMEDIOS
Lo que los doctores recomiendan es que se debe consumir mucha agua por la fuerte deshidratación. El fuerte dolor de cabeza se debe principalmente a la falta de líquidos. Según la Clínica Cleveland en Ohio (Estados Unidos), los azúcares naturales que encontramos en la miel y en frutas como el mango, los plátanos, las uvas o la sandía, pueden ayudarnos a eliminar más rápidamente todo el alcohol contenido en el organismo.
También recomiendan comer espárragos, para ayudar al cuerpo a metabolizar más rápidamente el alcohol y mantener las células del hígado a salvo de toxinas.
Agua de coco, leche desnatada o baja en grasa o, en última instancia, agua con sal, son opciones más que aconsejables para equilibrar los electrolitos perdidos.
Otros alimentos que puedes tomar en cuenta son: el arroz, el jengibre (galletas o en té), el pan tostado, la avena, la espinaca, huevos y naranjas.
Una cucharada entera de miel ayuda, pero también es muy efectiva mezclada con un poco de agua tibia para facilitar su ingesta.
Seguir estas directrices puede ayudarte mucho:
No olvidarse de ingerir alimentos antes de una ingesta elevada de alcohol.
Hidratarse lo más posible al día siguiente, ya sea con agua o con bebidas energizantes.
Tomar un ibuprofeno.
Dormir suficiente.
Y, por último, descartar alimentos con alto nivel en grasa, no tomar café y no volver a beber alcohol, o retrasaremos el proceso.