El pasado 5 de septiembre se conmemoró el Día Internacional de la Mujer Indígena, por tanto, en esta pandemia por la enfermedad del coronavirus 2019 (covid-19, por sus siglas en inglés), no podíamos dejar de hablar con una mujer indígena que estuviera al frente de la batalla.
Hablamos con Maydel Martínez, una doctora de Agligandi-Usdubbu, en la comarca de Guna Yala, quien a principios de la pandemia la conocimos cuando envió un audio a sus paisanos para que ayudaran a los doctores a contener los contagios que se estaban dando en Agligandi.
En esta lucha resultó contagiada y nos habla sobre cómo le afectó, además de sus años en la universidad, sus anécdotas de cuando pensaban que era una enfermera, ya que nunca habían visto a una doctora guna y de lo orgullosa que siempre se ha sentido por sus raíces.
NOTICIA RELACIONADA: Maydel, la doctora guna que envió un audio para pedir a su comunidad que los apoye, nos habla sobre su lucha contra el covid-19
1. ¿Qué tanto consideras que han escalado las mujeres indígenas en el ámbito profesional?
Nosotras, como mujeres indígenas, a nivel nacional, hemos dado la cara en diferentes ámbitos profesionales, tanto como en la medicina, en el derecho, en la política. Hemos escalado, eso me hace sentir muy orgullosa. Cada vez que yo veo a alguna de nosotras hablando, dando unas palabras, la verdad es que me hace sentir bien bien orgullosa de lo que estamos haciendo y ahora nos toca inculcar a las que vienen abajo. Yo hablo con mi hija, también trato de incentivarla que tenga el amor por la cultura. Eso es muy importante, no quitarnos ese orgullo de que tenemos algo diferente en nuestro lenguaje, en nuestro vestuario, en nuestra cultura. A pesar de que nací y crecí en la ciudad siempre me he sentido orgullosa. Agradezco a mis padres por no haberme quitado esta identidad. Al contrario, de hacernos sentir a mi hermana y a mí orgullosas de lo que somos como indígenas, de nuestra cultura, de tener un idioma, de poder hablarlo, de poder comunicarnos de otra manera diferente.
2. ¿Has sentido discriminación por ser mujer y por ser indígena?
La verdad no sentí nada de discriminación por nadie, siempre puse por delante lo que soy. A mí me encanta ponerme mis molas en cada evento y cuando estaba en la universidad, en la Columbus, yo era la única mujer en el salón. A veces me decían “la verdadera y única india”, pero yo me sentía orgullosa. Después, cuando empecé a trabajar y me tocaba ir al hospital, decía que me buscaran para poder traducir y hablar con los pacientes. En ese entonces estaba sola como indígena. Yo me sentía orgullosa cuando podía comunicarme con los pacientes. A veces cuando escuchaba algún comentario yo respondía: “eeeh, aquí la única soy yo”, y me decían: “Ay Maydel, tienes razón” y entonces quedaban como con pena, porque yo siempre defendía mi posición como indígena, y eso para nosotros tiene que ser siempre así, así sea en la parte profesional, a donde vayamos, en lo que sea, hacerlo bien y siempre llevar la batuta de lo que somos. Eso, el respeto, a nosotros nos ha ayudado mucho en nuestro trabajo, el respetar ante todo la cultura, no tratarlos como ignorantes, eso es muy valioso, tener una buena comunicación con las autoridades, incluso hasta con los médicos tradicionales. Me he llevado bien con ellos, los acepto, los escucho, siempre respetando, que es lo que me inculcó mi papá: “ante todo cuando vayas a entrar (en una comunidad) no vayas a cambiar esto, tienes que respetar la cultura”, y eso es lo que siempre hemos tratado de hacer. Es lo que digo a las que vienen, siempre respetar, orientar, guiar y no imponer.
TAMBIÉN PUEDES LEER: Así luchan los gunas contra el coronavirus
3. ¿Tienes alguna estadística de cuántas mujeres indígenas son doctoras?
Somos varias médicos en la región de Guna Yala, incluso en la ciudad todavía hay médicas gunas que dan atención. Cifra exacta no podría decirte, pero ya somos un montón. Yo me acuerdo que cuando empecé a trabajar en el 2005 en la comarca era raro ver a una mujer médico guna. Fui la primera del grupo de las mujeres y en ese entonces como era raro ver a una indígena la gente pensaba que era enfermera, me decían “la enfermera”. No me decían la doctora, porque era común ver a una latina como médica en la comarca. Después empezaron a llegar mis colegas egresadas de Cuba y me sentí ya un poquito apoyada. Me sentí mejor, ya que antes estaba sola, eran puro varones. Eso ha cambiado mucho, ya le hemos dado otra imagen y ahora para este tiempo, en esta lucha que estamos llevando contra esta pandemia, ver cómo estamos trabajando, eso me hace sentir muy orgullosa.
4. ¿Consideras que hay que meterse a la política para dejarse notar como profesional?
No. Aunque me han ofrecido meterme a la política, la verdad es que a mí me encanta mi profesión como médica, me encanta trabajar la parte del campo, empaparme en la comunidad, hacer mi trabajo de promoción. Me toca apoyar a los jóvenes, apoyo mucho a la juventud. Esa es mi esencia, pero no necesariamente hay que entrar a la política. Creo que me he dado a conocer mucho como profesional. De repente más adelante iré a la política, uno nunca sabe.
INTERESANTE: Coronavirus: Los gunas han perdido a expertos tradicionales
5. ¿Qué mensaje le puedes dar a quienes siguen formándose como doctores, especialmente a las mujeres?
Nosotros tenemos la misma capacidad que cualquier profesional, y lo demostramos ahorita mismo en los diferentes ámbitos. A las chicas y más a mi gente, quiero decirles siéntanse orgullosas de lo que somos, yo creo que eso es muy primordial. Gracias a eso, ser uno mismo, el sentirte orgulloso te da a conocer mucho y eso yo siempre lo mantuve desde que estaba estudiando y me gané el respeto de mis colegas, ellos me conocen, saben cómo yo soy.
6. Hablemos un poco sobre lo que te pasó ¿En qué momento sentiste que te habías contagiado? ¿Cuáles fueron los síntomas iniciales? y dijiste: ¡Oh, estoy contagiada!
Ya yo estaba en la ciudad cuando empecé a sospechar. De todos modos nosotros siempre por prevención cada vez que venimos del área (de Guna Yala) tratamos de aislarnos. Yo llegué a la ciudad un sábado y automáticamente me aislé en mi cuarto para no tener contacto con mi familia. Yo llegué sin síntomas ni nada y a los dos días, el lunes, empecé a sentir dolor de cabeza, fiebre y le dije de una vez a mi esposo: esto es covid.
7. Me imagino que estabas consciente de que en cualquier momento eso iba a pasar.
Creo que todo personal de salud, ya sea médico, enfermero, sabemos que estamos expuestos en cualquier momento. A pesar de que cumplimos con todas las medidas, hay muchos factores que a veces nos engañan: el cansancio, de repente a veces el equipo de protección, su calidad se va disminuyendo. Hubo momentos en urgencias en que a veces por premura para poder atender a pacientes que van llegando graves uno tiene que actuar rápido y hubo situaciones que se nos presentaron. Cuando es así nosotros mismos no empezamos a hacer entonces las pruebas para estar anuente a eso.
8. ¿Cómo te trató el virus?
Hace muchos años yo tuve tuberculosis, entonces ya tenía una lesión a nivel pulmonar y ese fue el que me pasó factura e hizo que yo sí me complicara. La verdad es que no fue fácil. Estuve hospitalizada por casi más de 20 días junto con mi esposo. Uno se pone a pensar en ese momento todo lo que pasan los pacientes al estar de este lado.
9. ¿Qué lección te deja eso?
Antes de pasar por esto le comentaba a mis pacientes y al personal que este virus nos está dejando muchas lecciones, tanto a nivel ambiental o llevar un estilo de vida saludable, ya que las personas que están saliendo complicadas son las que tienen algún factor de riesgo, ya sea hipertensión, diabetes, obesidad, personas asmáticas. Aunque hemos sabido también de personas jóvenes que han quedado en cuidados intensivos quizás por otros factores (fumadores).
Otra de las lecciones que me da es que tú estás allí y te pones a pensar en qué quedé pendiente, cuantas personas se han ido, han dejado familias, han dejado hijos, quizás de repente quedaron cosas por hacer, más cuando te dicen que pudiste haber quedado intubado. No es fácil. Yo quedé con secuela después de esto a nivel pulmonar. La lesión anterior de tuberculosis y hora con la misma covid. Así que ahora me toca cuidarme bastante.
10. En algunos lugares han discriminado a los doctores como si fueran portadores del virus. Y ahora que te contagiaste, eso va a aumentar. ¿Qué le puedes decir a esas personas?
Yo siempre le hablo a las personas que nos dicen que somos (los doctores) los que llevan el virus a las comunidades que es lo contrario. Nosotros somos los que estamos expuestos de lleno para poder ayudar a la comunidad. Cuando estuve en los primeros casos hubo una situación que se me presentó y le expliqué a la señora: “Yo estoy tratando de protegerme, porque entonces cómo podemos ayudarlos a ustedes”, le dije. A veces nos ven como si fuésemos los pacientes y no es así. Nos toca a nosotros informarles que nosotros estamos expuestos por ustedes, por la comunidad, para poder darles la atención que se merecen. Nosotros, las veces que nos hemos infectado es por estar en la comunidad ayudando. La gente a veces malinterpreta y nos toca educarlos y orientarlos. Unos nos entenderán, otros no. Pero nos toca seguir con el trabajo. No nos podemos parar.
11. ¿Cuándo regresas a tus labores?
Debido a que quedé con secuelas, para mejor recuperación tuve que acogerme a las vacaciones que tenía pendientes. Quizá para el mes de octubre esté de nuevo ya en condición para volver a mi área de trabajo, que es la Clínica Terapéutica Retroviral (manejo pacientes con VIH).
DATOS
Es oriunda de la comunidad de Agligandi y Usdubbu, comarca de Guna Yala
Está asignada como médica general, jefa de la Clínica de Terapia Antirretroviral, atendiendo a pacientes con vih, desde 2008. Laboró también en Playón Chico y Sasardi Muladub.
Fue sudirectora regional de Salud, al lado del Dr. Luis De Urriola, en el gobierno anterior.
Es egresada de la Facultad de Medicina de Columbus University, en 2001.
El pasado 29 de agosto cumplió 19 años de haber obtenido el título.
Ha recibido capacitación en Terapia Antirretroviral en México y en el Hospital Santo Tomás.