Una investigación reciente de Harvard, liderada por Uma Naidoo, directora de psiquiatría nutricional del Hospital General de Massachusetts, destaca la importancia de la alimentación en la prevención de la demencia y el deterioro cognitivo. Naidoo afirma que una dieta equilibrada puede reducir significativamente el riesgo de problemas neurológicos y mejorar la salud mental. Los antioxidantes presentes en los alimentos vegetales son especialmente beneficiosos, ya que combaten el estrés oxidativo y están vinculados a una mejor función cerebral.
Entre los alimentos recomendados se encuentran:
Arándanos: Con un bajo índice glucémico, son ricos en polifenoles y antioxidantes que benefician tanto la salud digestiva como mental. El consumo diario de arándanos ha demostrado mejorar la memoria y las funciones cognitivas, especialmente en personas mayores. Esto se debe a su alto contenido de antioxidantes, que ayudan a proteger las células cerebrales del daño oxidativo.
Nueces: Solo 28 gramos al día proporcionan omega-3, esencial para las membranas celulares. Estudios han mostrado que el consumo regular de nueces mejora la memoria y el razonamiento en adultos mayores. El consumo regular de nueces (30-60 gramos diarios) ha mostrado beneficios en variables cognitivas como la memoria, atención y velocidad de procesamiento. Esto es especialmente relevante para adultos mayores, quienes están en mayor riesgo de deterioro cognitivo.
Aguacate: Rico en magnesio, contribuye al correcto funcionamiento cerebral y ha sido utilizado históricamente para tratar la depresión. Además, el aguacate es rico en luteína, un carotenoide que se ha asociado con beneficios neurocognitivos. Se ha encontrado que el consumo regular de aguacate aumenta los niveles de luteína en el suero sanguíneo y en las retinas, lo cual podría relacionarse con mejoras en la función cognitiva.
Naidoo enfatiza que estos alimentos no solo ayudan a mantener la agudeza mental, sino que también son clave para prevenir el deterioro cognitivo a medida que se envejece.