El cáncer es una de las principales causas de muerte a nivel mundial, y un estudio reciente en BMJ Oncology revela que los diagnósticos de cáncer en adultos jóvenes han aumentado un 79% en las últimas tres décadas. Este incremento se atribuye a malos hábitos alimenticios, así como al consumo de alcohol y tabaco.
Según el doctor Diego Kaen, presidente de la Asociación Argentina de Oncología Clínica, se podría prevenir hasta el 40% de los casos de cáncer mediante una dieta saludable, ejercicio regular y la adopción de otros hábitos saludables.
La alimentación juega un papel crucial en la prevención del cáncer. Los expertos sugieren que el estilo de vida moderno, caracterizado por un mayor consumo de productos procesados y una dieta poco saludable, es un factor determinante en el aumento de casos, especialmente el cáncer colorrectal en personas jóvenes. Se recomienda volver a prácticas como cultivar alimentos en casa para asegurar su calidad y frescura.
A continuación, se presentan siete alimentos que pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar cáncer:
Legumbres: Ricas en fibra y proteínas, ayudan a mantener la salud del colon.
Brócoli y otras crucíferas: Contienen compuestos que desintoxican células y previenen el daño celular.
Tomates: Ricos en licopeno, antioxidante vinculado a la reducción del riesgo de cáncer, especialmente el de próstata.
Nueces: Poseen propiedades antioxidantes y ayudan a mejorar la salud intestinal.
Bayas: Altas en antioxidantes que protegen las células del daño oxidativo.
Verduras de hoja verde: Ricas en nutrientes esenciales que fortalecen el sistema inmunológico.
Ajo: Contiene alicina, que ha demostrado tener propiedades anticancerígenas.
Incorporar estos alimentos en la dieta diaria puede ser una estrategia efectiva para prevenir enfermedades oncológicas.