Muchas personas en Panamá viven relaciones abusivas sin darse cuenta. Y no, no es solo que “así es su forma de querer”, sino que existe un ciclo que hace que la víctima quede atrapada, repitiéndose una y otra vez. Si te suena familiar, ojo, porque aquí te explicamos cómo funciona.
Las 4 fases del ciclo del abuso en pareja
Acumulación de tensión Todo empieza con discusiones, malas caras y comentarios hirientes. El agresor se molesta por cualquier cosa y la víctima siente que camina sobre vidrio. En esta etapa, el abuso emocional se intensifica con manipulaciones, celos y chantajes.
Explosión de violencia Cuando la presión llega al límite, explota. Puede ser un grito, un empujón, una agresión física o un insulto brutal. Aquí es cuando la víctima siente miedo real y en muchos casos es cuando se presentan denuncias o alguien cercano se da cuenta de la situación.
Reconciliación (la famosa “luna de miel”) Después de la tormenta, vienen los “lo siento”, los regalos, las promesas de cambio y los “nunca más”. Es la fase donde el agresor actúa como si nada pasó y la víctima quiere creerle. “No era para tanto”, “estaba estresado”, “yo también tuve la culpa”… ¡FALSO! Esta etapa es clave para que el ciclo siga girando.
Calma aparente Todo parece estar tranquilo, pero en realidad la tensión está volviendo a subir. La víctima se relaja pensando que la persona cambió, hasta que todo vuelve a empezar.
¿Cómo romper el ciclo?
Salir de una relación abusiva no es fácil, pero es posible. Lo más importante es reconocer las señales, hablar con alguien de confianza y buscar ayuda.
Si te identificas con esto o conoces a alguien que está pasando por una situación similar, no dudes en actuar. Nadie merece vivir en miedo ni en una relación que lastima. El amor NO debe doler.