Una bursa o bolsa sinovial actúa como almohadilla para evitar el roce entre las partes blandas de las articulaciones pequeñas que protege y amortigua los huesos y otras partes del cuerpo, como los músculos, tendones o piel. La inflamación de la bursa se llama “bursitis”.
La licenciada Karime Hidalgo, fisioterapeuta que labora en la Policlínica Presidente Remón (PPR), de la Caja de Seguro Social (CSS), explicó que la bursitis se produce cuando se usa demasiado una articulación o por una lesión.
Hombros, codos, muñecas, cadera, rodillas y talones son algunos de los puntos donde se da este mal que ocasiona dolor intenso y punzante que puede llegar a ser incapacitante.
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Hidalgo detalló que para recuperar la salud en la zona afectada, la regla fundamental, además de los antiinflamatorios, es la realización de tratamientos de fisioterapias que incluyen la aplicación de hielo, acompañado con ejercicios que ayudarán en la movilidad y a mejorar la fuerza, además de facilitar la recuperación de la funcionalidad y el reintegro a las actividades cotidianas y laborales.