Los sudores nocturnos son un síntoma común y molesto de la menopausia, que afecta al 60% de las mujeres según una encuesta reciente. Estos episodios de sudoración excesiva durante la noche interrumpen el sueño y generan mucha incomodidad.
La causa principal son los cambios hormonales de la menopausia, especialmente la disminución de estrógenos y progesterona. Esto altera el centro termorregulador del cuerpo, provocando una respuesta de sudoración ante la sensación de calor, incluso cuando la temperatura corporal no ha aumentado.
Los sudores nocturnos afectan negativamente la calidad de vida, causando fatiga, irritabilidad y problemas de concentración. Afortunadamente, existen varias estrategias para aliviar este síntoma de forma natural:
Seguir una dieta sana, equilibrada y variada, evitando alimentos procesados, picantes, alcohol y cafeína. Incluir alimentos antiinflamatorios, antioxidantes y con efecto estrogénico como soja, legumbres, semillas de lino, espinacas y nueces.
Elegir ropa de cama y pijamas de tejidos ligeros y transpirables como algodón, seda o lino.
Mantenerse bien hidratada, bebiendo al menos 1,5-2 litros de agua al día y evitando líquidos calientes antes de dormir.
Tomar infusiones de salvia antes de acostarse, que ayudan a regular la temperatura corporal.
Mantener un peso saludable, ya que el sobrepeso se asocia a más sudores nocturnos.
Refrescar la habitación lo máximo posible, usando ventiladores, bajando persianas y abriendo ventanas por la noche.
Practicar ejercicio suave como yoga, pilates o paseos para relajarse y reducir el estrés.
Considerar el uso de suplementos naturales a base de fitoestrógenos y adaptógenos.
Recuerda que la menopausia es un proceso natural por el que atravesamos todas las mujeres, así que hay que tener mucha paciencia y encontrar maneras de sobrellevar los síntomas.