Es un problema social que no distingue sexo, raza, condición económica ni religión, que cada vez está tomando más fuerza a nivel nacional, problema que le preocupa a las autoridades panameñas.
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Hablar de violencia doméstica hoy en día es como conversar de un nacimiento de un niño, viéndolo la ciudadanía como algo ya normal. Y no es así, ya que cientos de personas tienen un trauma de este triste episodio que pasaron en un momento en su vida y otras lastimosamente ya no lo pueden contar porque están muertas.
Para el criminólogo Marcos Álvarez, para evitar que se den más casos de violencia doméstica señaló que hay que rescatar el núcleo familiar y enseñarle los valores desde muy chico tanto a los niños y niñas.
Destacó Álvarez que tanto el padre y la madre tienen que darle más tiempo a la familia, para así escuchar a los hijos y que el exceso del trabajo y los estudios no le quiten esa oportunidad. Señaló que los varones son los que siempre llevarán el peso de la familia, por lo tanto los padres tienen que enseñarle que ellos serán protectores y guiadores de sus hijos.
Es importante que las parejas tengan un desahogo con especialista de salud mental y no buscar una cantina o los amigos que concurren para hacerlo y de esta manera se podría evitar la “Triada de la Violencia” que viene siendo frustración, miedo e ira.
Según estadísticas del Ministerio Público hasta el mes de mayo del presente año, se han registrado 7 mil 134 casos de violencia doméstica, en donde 9 han terminado en feminicidios y 2 en tentativa de feminicidio.
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El distrito de Panamá es donde más casos se han registrado durante estos cinco meses con mil 769, seguido de Panamá Oeste con mil 690, la provincia de Colón con 782 y Chiriquí con 760.
El último caso de tentativa de feminicidio se registró en el edificio “Conny”, ubicado en calle N°2 en Perejil, en Calidonia, en el piso N°3 de la habitación N°50.
Ahí el cubano Alejandro Savine Echemendía, de 45 años, le roció alcohol y clorox al cuerpo de su esposa María Eugenia Ceballos Tapia, de 49 años, de nacionalidad colombiana, para luego prenderla con un encendedor. La convirtió en una antorcha humana. El ahora está preso y ella se recupera en el hospital.