El dolor persiste entre los familiares y moradores de la apartada comunidad de El Terrón, en la comarca Ngäbe Buglé. Y es que sin piedad, esa trágica noche del 14 de enero del año 2020, quienes decían llamarse “líderes religiosos” torturaron hasta extinguir la vida de seis menores de edad y una mujer embarazada.
El hecho estremeció al país, y es que sin piedad estas nueve personas, hoy todas detenidas, actuaban en nombre de Dios y acusaron a una mujer de ir en contra de los designios divinos y por eso debía morir junto a sus hijos, y así lo hicieron.
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Hoy testigos recuerdan ver cómo ellos fueron en busca de Bellin Flores y de sus hijos hasta su casa. Como ella se oponía a asistir a la supuesta iglesia y acusándola de pecadora la amarraron junto a los niños y la llevaron hasta el pequeño rancho de madera, hojas de tallo y techo de paja, en donde todo ocurrió.
En el precario y sombrío templo se mantenían al menos unas 15 personas en su mayoría menores de edad a los cuales supuestamente se les practicaba un exorcismo y utilizando la biblia y palos le daban golpes para que expulsan los demonios. Pero fueron esos mismos golpes que acabaron con la vida de las siete víctimas a las que se les destruyeron sus órganos internos y murieron.
Los cuerpos fueron cargados en hamacas y sepultados en una fosa clandestina a dos kilómetros de la iglesia.
Una vez en el lugar las autoridades ubicaron la fosa y los cuerpos de manera rápida pues estaban superficialmente enterrados y tapados con hojas de tallo. Esto tenía una explicación, de acuerdo a “Set”, líder del grupo los cadáveres deberían ser ubicados así para que las aves de rapiña los devoraran y así acabar de manera radical con el pecado que cargaban.
¿Pero quienes eran?
Pertenecían a una misma familia inclusive las víctimas. Hoy todos están detenidos en la cárcel de Débora, en el distrito de Changuinola en la provincia de Bocas del Toro en espera de la celebración de un juicio oral.
Los hoy investigados, todos indígenas nacionales residentes en el lugar en donde se dieron los hechos, de acuerdo a las investigaciones pertenecían a una agrupación religiosa que se se hacían llamar “Iglesia de Dios” y los cargos que se les imputaron son homicidio, femicidio y privación de libertad.
Debido a la complejidad del macabro hecho, en agosto del 2020 el Ministerio Público, a través de la Fiscalía Especializada de Homicidio y Femicidio, solicitó elevar a causa compleja la investigación y así poder contar con mayor tiempo para desarrollar otra serie de diligencias judiciales vitales en esta investigación.
Nombre de los imputados:
Mario González Blanco, de 60 años de edad
Olivia Virola 55 años de edad
Obniel González Virola 20 años de edad
Ariel Ríos Blanco, de 18 años de edad
Abner González Valdéz
Abdiel González Valdez, de 26 años de edad.
Amalio González Blanco, 31 años de edad
Marcelimo Medina Valdez, 20 años de edad
Jozafat González Valdéz 21 años de edad
Nombre de las víctimas:
Efrayn González Flores Edad: 1 año
Daniel González Edad: 3 años
Inés Urriola Blanco Edad: 9 años
Ladys González Ríos, Edad: 9 años
Daisy Mariela González Edad: 10 años
José H.González Ríos Edad: 17 años
Bellin Flores Edad: 33 años