La tarde del miércoles 8 de enero se tiñó de luto en la urbanización Altos del Morazán 3, en David, Chiriquí. Un joven de 21 años y su padre, de 49, fueron encontrados muertos dentro de su residencia en circunstancias que aún generan conmoción y desconcierto.
Según los informes iniciales, el padre llamó a su esposa para informarle que había encontrado a su hijo suspendido en su habitación. La mujer regresó de inmediato a la vivienda, donde encontró a ambos en el suelo sin signos vitales. Personal del 911 confirmó que padre e hijo habían fallecido, desatando una tragedia que enluta a toda la comunidad.
El joven, quien según versiones familiares padecía ataques de ira, habría tomado una decisión drástica tras una discusión ocurrida esa mañana. Su padre, con historial de problemas cardíacos y dos infartos previos, posiblemente colapsó al enfrentar la devastadora escena. Las autoridades del Ministerio Público investigan las circunstancias exactas del suceso, mientras vecinos y familiares lamentan un hecho que deja un vacío imposible de llenar.