En lo que seguramente era una noche para pasarla bien, José Aparicio, un joven médico de 27 años que trabajaba en el servicio de urgencias del Hospital Santo Tomás, perdió la vida de manera trágica.
La madrugada del domingo 4 de febrero, Aparicio fue víctima de un mortal ataque que le arrebató la vida mientras se dirigía a una discoteca en el Casco Antiguo.
El fatídico suceso ocurrió cuando José se desplazaba en un auto de una plataforma de transporte, transitando entre las calles 16 y 17 en Santa Ana. Varios disparos impactaron el vehículo, siendo uno de ellos fatal al alcanzar la cabeza del médico. La camioneta color gris, acribillada por las detonaciones, fue hallada frente al parque de Santa Ana a las 1:40 de la madrugada. Se desconoce si se trató de una confusión que ocasionó la muerte de un inocente.
José Aparicio residía en Vista Alegre, en el distrito de Arraiján, y había salido de su turno en el Santo Tomás momentos antes de encontrarse con la tragedia. La noticia de su muerte ha conmocionado a sus colegas, amigos y familiares, dejando un vacío en la comunidad médica y en su círculo más cercano.
Minutos después del incidente, un operativo policial se desplegó en la zona, logrando el hallazgo de un arma de fuego en el lugar donde ocurrió la agresión. Se presume que esta arma, junto con las 12 municiones sin detonar, fue utilizada por los asesinos para perpetrar el crimen. El arma fue encontrada en un lote baldío y fue puesta a disposición de las autoridades encargadas de la investigación.
El subcomisionado Faustino Batista, encargado del caso, confirmó que sujetos desconocidos dispararon contra el vehículo particular de José Aparicio, causándole la muerte de manera instantánea. La policía trabaja arduamente para esclarecer los motivos detrás de este trágico suceso y llevar a los responsables ante la justicia.