La violencia sigue desatada y el viernes 21 de marzo la sangre volvió a correr en San Miguelito y Colón, donde tres hombres fueron asesinados a balazos en diferentes puntos, todos en plena vía pública y sin rastro de los atacantes. Las veredas se han convertido en trampas mortales.
El primero en caer fue Joel Beny Salcedo, alias “Cachi”, de 52 años, quien fue ejecutado en una vereda del sector Paraíso, en ruta hacia El Martillo y Santa Rosa. A plena luz del día, pistoleros le dispararon sin piedad y su cuerpo quedó tendido en el pavimento, ante la mirada muda de los residentes.
Horas más tarde, la muerte volvió a aparecer en la 9 de enero, sector 8, en el corregimiento de Amelia Denis de Icaza, donde Jorge Rodríguez Degracia, de 34 años, fue acribillado entre veredas. El hombre, que tenía antecedentes por homicidio y robo, no tuvo oportunidad de escapar. Los vecinos prefirieron guardar silencio.
La violencia también tocó a Colón: en el sector Barranquita de Río Alejandro, Alexis Prestan Gardin, de 22 años, fue abatido a tiros, mientras Eliazar Delgado Gardin, de 17 años, resultó herido y trasladado de emergencia. El ataque dejó otro cadáver en las estadísticas rojas que ya suman 31 víctimas en lo que va del mes.
Hasta ahora, ninguno de los crímenes tiene detenidos ni testigos dispuestos a hablar. Las autoridades piden colaboración ciudadana, pero el miedo reina. Las veredas, antes paso tranquilo, son ahora escenarios de horror, donde las balas mandan y la impunidad gobierna.