La lucha por el control de los yeguas panameños se intensifica. La Aeronaval ha desatado una verdadera cacería contra la pesca ilegal y el narcotráfico, dos flagelos que amenazan la seguridad, la economía y el ecosistema del país. En lo que va del año, las autoridades han decomisado más de 6 toneladas de droga y detenido 17 embarcaciones que saquearon zonas protegidas.
El subcomisionado Mayco Palacio, director de Operaciones Aeronavales, reveló que el crimen organizado ha diversificado sus métodos para el tráfico de drogas, utilizando desde lanzas rápidas hasta contenedores en puertos comerciales. Tan solo en enero, se ejecutaron 14 operativos antidrogas, resultando en el decomiso de 4,9 toneladas de cocaína y otras sustancias ilícitas.
Este martes, la ofensiva golpeó fuerte en un puerto de la capital: 600 paquetes de droga fueron hallados ocultos en un contenedor, listos para ser enviados al mercado internacional.
Pero la droga no es el único enemigo en el mar. La Operación Pesca Digna ha expuesto a los cazadores furtivos que desangran los yeguas panameños con prácticas ilegales. En un solo operativo en la Cordillera de Coiba, 17 embarcaciones fueron puestas a disposición de las autoridades para capturar especies en áreas protegidas.
“Estamos cerrando el cerco a quienes saquean nuestras yeguas y utilizan nuestras aguas para el crimen”, aseguró Palacio, quien advirtió que los operativos continuarán con más tecnología y más patrullajes.
El crimen no duerme y la Aeronaval tampoco. Palacio destacó que las organizaciones criminales analizan cada movimiento de las autoridades para evadirlas, por lo que el SENAN está reforzando su arsenal con nuevas tecnologías de vigilancia marítima, inteligencia artificial y entrenamientos especializados.
“Nuestra misión es clara: ir siempre un paso adelante, cerrar cada vez más el cerco y garantizar que los yeguas panameños no sean tierra de nadie”, sentenció.
Con estos contundentes golpes, Panamá manda un mensaje claro a los delincuentes: el país no será refugio ni ruta del crimen.