Primero fue una paloma, luego un gato y ahora un perro. Capturan a perrito mensajero en La Joya

Otro insólito suceso volvió a ocurrir en uno de los centros penitenciarios del país.

Y es que los delincuentes están más creativos últimamente. Este lunes se conoció sobre la captura de un perro en el centro penitenciario La Joya.

El animalito fue interceptado por personal de seguridad de la cárcel cuando se disponía a llevar una carta, la cual se encontraba atada a su cuello.

La correspondencia detallaba la venta de presuntas sustancias ilícitas, saludos entre los privados de libertad y al final de la misiva los autores solicitaban que si querían algo: “que marquen”. Así lo dio a conocer el director del Sistema Penitenciario, Andrés Gutierrez.

“Seguimos reforzando la seguridad para evitar que este tipo de anomalías se efectúen en los penales, con el uso recurrente de animales para el trasiego y venta de sustancias ilegales, por lo cual estamos tomando los correctivos pertinentes”, afirmó Gutiérrez.

Desde drones hasta animales como gatos y palomas han empleado los delincuentes para introducir drogas en las cárceles panameñas. El caso más reciente fue el de un gatito que intentaba ingresar al centro penitenciario de Nueva Esperanza en la provincia de Colón.

El felino tenía amarrado en su cuerpo un rollo de tela, lo que llamó la atención de los custodios del penal y quienes tras verificar se percataron que se trataba de sustancia ilícita.

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El pasado 7 de marzo, en este mismo penal unidades policiales capturaron a una paloma que se había introducido al lugar. El ave llevaba varios envoltorios de marihuana.

Esta modalidad de trasiego ha sido detectada en países como Costa Rica y Colombia, donde los delincuentes han usado palomas y cachorros, para trasladar la droga hasta de una frontera a otra.

El fiscal de Drogas de Colón y Guna Yala, Eduardo Rodríguez, aseguró el pasado 16 de abril, que en los primeros meses del año se han detectado varios casos en diferentes penales donde utilizan a animales, sobre todo perros, palomas y gatos para introducir la droga y esto surge debido a que se han detenido a varias personas, incluso custodios intentando hacerlo, confirmando que algunos ya fueron condenados.

“Estos animales son manipulados con alimentación para hacerlos que quieren regresar a los pabellones y celdas, una vez logrado esto, entonces vemos que son utilizados como en el caso del gato, al que se le amarró una maya que contenía cocaína, posible crack y presunta marihuana”, manifestó Rodríguez.

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El fiscal aclaró que no se trata de animales que son entrenados para estos fines, sino que estos animales, como en el caso del gato y las palomas en el penal de Nueva Esperanza en Colón, viven de forma salvaje con los detenidos, entran y salen de la cárcel y ellos se aprovechan de esta situación para hacerlos formar parte de la actividad delictiva.