El taller mecánico frente a la comunidad de Alborada, en el corregimiento de Cativá, se convirtió en la escena de un crimen que sacudió a la provincia de Colón. Amir Damián Casanova, un mecánico de 32 años, fue asesinado la noche del martes por un pistolero que llegó al lugar con un objetivo claro: acabar con su vida.
Casanova se encontraba trabajando cuando el agresor irrumpió en el taller. Sin mediar palabra, desenfundó un arma de fuego y le disparó tres veces a quemarropa, impactándolo en el pecho. Tras el ataque, el asesino escapó del lugar, dejando a los testigos en estado de shock.
El mecánico fue trasladado de urgencia a la Policlínica Don Laurencio Jaén Ocaña, en Sabanitas, pero ya era demasiado tarde. Los médicos confirmaron que llegó sin signos vitales, sumándose a la trágica lista de víctimas de la violencia que azota a Colón.
Las autoridades llegaron al lugar para recoger evidencias y coordinar la investigación con la Fiscalía de Homicidios. Este caso eleva a ocho el número de asesinatos registrados este mes en la provincia de Colón, una región que cerró el año pasado con la alarmante cifra de 121 homicidios.
“Este tipo de crímenes refleja el nivel de inseguridad que enfrentamos. Necesitamos más vigilancia en zonas críticas como esta”, expresó un residente de la comunidad Alborada.
Mientras la Policía Nacional intensifica sus operativos en la zona, el homicidio de Amir Casanova deja un profundo vacío en su familia y genera más preguntas que respuestas sobre la creciente violencia en el país.