En un operativo de alto impacto, el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) logró interceptar una embarcación pesquera que operaba ilegalmente en aguas protegidas de la Bahía Piña en la provincia de Darién. El barco, identificado como Ana de Jesús, transportaba un cargamento de más de 1,672 libras de productos marinos capturados en una zona restringida.
El golpe a la pesca ilegal se dio en el marco del Plan Firmeza y la Operación Tapir, cuando unidades de Senafront, alertadas por ciudadanos, detectaron la embarcación aproximadamente a 10 millas de la costa, en un área donde la pesca a gran escala está prohibida.
Al inspeccionar el barco, se confirma que llevaba una carga de especies marinas valoradas en millas de dólares, incluyendo 755 libras de pez ajillo, 647 libras de pez dorado, 70 libras de pez perro, 70 libras de pez cherna negra, 55 libras de pez cherna roja, 35 libras de pargo amarillo, 25 libras de corvina lona y 15 libras de filete de pez vela.
Bajo la supervisión de la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP), la embarcación fue trasladada hasta el puerto de La Palma, donde se oficializó la retención del cargamento. Sin embargo, el barco fue autorizado a continuar su tránsito, aunque el capitán deberá compararse en la Ciudad de Panamá para responder ante las autoridades.
La pesca ilegal sigue representando una amenaza para los ecosistemas marinos de Panamá y la economía local. Organizaciones ambientalistas han advertido sobre la sobreexplotación de especies y la afectación a comunidades que dependen de la pesca regulada.