El rugir de los motores del avión en el Aeropuerto Marcos A. Gelabert, en Albrook, marcó este miércoles 15 de enero el inicio de un operativo que pone a Panamá en el centro de la lucha contra la migración irregular y el crimen transnacional. En el primer vuelo masivo del año, 43 ciudadanos colombianos fueron deportados: 29 por cruzar ilegalmente los controles fronterizos y 14, con oscuros antecedentes penales, calificados como una amenaza directa para la seguridad nacional.
“No hay espacio para el delito ni para la ilegalidad”, afirmó una fuente oficial al detallar que los expulsados enfrentaban cargos por tráfico de drogas, armas y hasta agresión sexual.
El Plan Firmeza no cede terreno. Desde el inicio de la administración del presidente José Raúl Mulino, Panamá ha repatriado a 1022 ciudadanos colombianos en 28 vuelos, llevando a cabo una de las estrategias de control migratorio más contundentes de los últimos años. Estos vuelos tienen como destino Río Negro, Medellín, Colombia, y forman parte de un esfuerzo conjunto entre el gobierno panameño y las autoridades internacionales, bajo el marco del Memorándum de Entendimiento entre Panamá y Estados Unidos.
Mientras tanto, las cifras son claras: la migración irregular a través de la peligrosa Selva del Darién ha caído un 89% en comparación con 2024. Entre el 1 y el 14 de enero de 2025, 9 mil 002 personas ingresaron a Panamá de forma irregular, mostrando una reducción de 8 mil 048 personas respecto al mismo período del año pasado, según datos del Servicio Nacional de Migración (SNM).