Al menos 23 homicidios se han reportado en el país durante los primeros 15 días de octubre, según datos recopilados por Mi Diario. Estos crímenes se han registrado en diversas regiones como Coclé (2), Colón (2), Darién (1), Panamá (11), San Miguelito (3), Panamá Oeste (3) y uno en la comarca Ngäbe-Buglé.
Hasta la fecha, se contabilizan 479 asesinatos en lo que va del año, de los cuales 163 ocurrieron bajo la administración del presidente José Raúl Mulino. Un dato alarmante es que solo en julio se registraron 54 víctimas, 59 en agosto y 50 en septiembre, siendo junio el mes más violento con 64 homicidios.
En respuesta a la creciente ola de violencia, el presidente Mulino lanzó la operación “Panamá 3.0″, que ha llevado a la aprehensión de más de mil personas requeridas por diversos delitos. Asimismo, se ha reforzado la presencia policial en áreas críticas como San Miguelito y Colón, donde el conflicto entre pandillas ha sido especialmente intenso.
El impacto del narcotráfico y la migración
El presidente José Raúl Mulino ha señalado que la influencia del narcotráfico en Panamá está en aumento, especialmente con la aparición del cartel Tren de Aragua y el Clan del Golfo. Un reciente hallazgo del cuerpo del colombiano Sebastián Ortiz, de 29 años, en plena Calle 50, conmocionó al país y evidenció la creciente conexión entre las pandillas locales y estas organizaciones criminales internacionales. Mulino calificó este incidente como un “espectáculo dantesco”, subrayando que la violencia ha alcanzado niveles sin precedentes.
El presidente afirmó que Panamá se ha convertido en un punto clave para el narcotráfico debido al aumento en la producción de cocaína en Colombia. Según Mulino, las más de 200 pandillas locales están trabajando en colaboración con estos carteles, lo que ha incrementado el nivel de criminalidad en el país. “Nuestras pandillas son ahora empleados de estos carteles”, alertó el mandatario, advirtiendo que la situación seguirá escalando si no se refuerzan las medidas de seguridad.