Jhonatan González, conocido como Krusty , es el principal imputado por el brutal asesinato del expresidente del Concejo Municipal de San Miguelito, César Pelé Caballero, ocurrido en noviembre de 2023. El joven de apenas 21 años está vinculado a otros dos homicidios y actualmente cumple una condena de 64 meses de prisión por posesión ilícita de arma de fuego.
La historia detrás de este crimen es escalofriante. Caballero, representante del corregimiento de Belisario Porras, fue asesinado a tiros cuando llegaba a su casa en Villa Zaita. Al menos 10 disparos acabaron con su vida. El móvil: una extorsión relacionada con los fondos de la descentralización que Caballero se negoció a entregar a un grupo criminal. Se sospecha que González, quien fue detenido en un retén policial en Colón, desempeñó un papel clave en la ejecución del crimen, que fue ordenado desde una prisión de máxima seguridad.
La investigación del Ministerio Público reveló que los sicarios, quienes recibieron $4,000 para ejecutar el asesinato, estaban utilizando un arma que se cree que fue alquilada o intercambiada entre miembros de un grupo criminal. El arma también está relacionada con al menos siete homicidios más, lo que refleja la escalofriante red de violencia que envuelve a este caso.
Durante la audiencia del 11 de diciembre, se reveló que el crimen no tuvo motivaciones políticas, como se pensó en un principio. En realidad, fue una venganza vinculada al rechazo de Caballero a ceder ante las demandas de un grupo delictivo. De hecho, seis días antes de su muerte, la Junta Comunal a su carga recibió un millón de dólares para obras en la comunidad, lo que incrementó la presión sobre él.
El asesinato de Caballero también está relacionado con la operación Jericó, en la que el diputado Raúl Pineda, gran amigo de la víctima, fue señalado por presuntos vínculos con narcotráfico y lavado de dinero.
Así se develan los oscuros entresijos detrás de este crimen, que ha sacudido a la política de San Miguelito y dejó claro que la violencia y la extorsión siguen siendo una amenaza latente. Krusty , con su rostro de joven pandillero, es solo una pieza más de un rompecabezas de corrupción y sangre que aún no ha terminado de revelarse.