En un hecho que ha dejado en shock al distrito de Changuinola, provincia de Bocas del Toro, una joven madre de 22 años ha sido acusada de un acto de violencia indescriptible contra su propia hija de apenas un año y seis meses. El 7 de junio de 2024, a las 7:00 p.m., en la precaria comunidad 4 de abril, esta mujer presuntamente agredió salvajemente a la menor con un palo, golpeándola en varias partes del cuerpo y rostro. ¿La razón? ¡La niña habría perdido dos chips telefónicos!
Según relatos de testigos, la reacción de la madre fue desmedida y cruel, dejando a la pequeña con heridas visibles y traumáticas. La comunidad no da crédito a tal barbarie y exige que se haga justicia para proteger a la inocente víctima.
La fiscal adjunta Julissa González, de la Sección Especializada en Asuntos de Familia, el Menor y la Adolescencia, presentó pruebas contundentes que llevaron a la aprehensión de la presunta agresora, así como a la formulación de cargos y la imposición de la detención provisional por parte de un juez de garantías.
Este caso de maltrato infantil ha desatado una ola de indignación y un llamado urgente a las autoridades para reforzar las medidas de protección a los menores en situaciones de riesgo. La crueldad de esta madre ha sacudido los cimientos de la sociedad, recordándonos la fragilidad de los más pequeños ante la violencia doméstica.