Qué pasó dentro de la habitación N° 41 de la casa de citas El Romance en La Chorrera el 7 de diciembre del 2019 que terminó costándole la vida a una mujer? Esa es una pregunta que pudiera responder el asesino de Guadalupe Lorenzo, pero ha pasado un mes y 12 días desde este femicidio y aún su muerte sigue en el misterio.
En el 2019 en la provincia de Panamá Oeste se registraron 6 femicidios, siendo este el que más impactó a la ciudadanía por la forma y el lugar que escogió el víctimario para acabar con esta joven de 20 años, oriunda del distrito de Capira.
El fiscal Superior de la provincia de Panamá Oeste, Uris Vargas, explicó a Mi Diario que al principio de la investigación solo se tenía el ingreso y la salida del vehículo, el que fue registrado por la cámara de videovigilancia externa del lugar y las imágenes no eran muy buenas.
Destacó Vargas que al fijar las imágenes en el laboratorio del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses ( IMELCF) se pudo observar características del auto del supuesto homicida y al esclarecer las fotos también se pudo definir los dígitos de la placa.
Ya con esto y con otras investigaciones realizadas por la Sección de Homicidio de la Dirección Investigación Judicial (DIJ) y el Ministerio Público se pudo obtener información de la última persona que tuvo contacto o algún tipo de relación con Guadalupe pasadas las horas del mediodía del aquel 7 de diciembre.
Acotó que la orden de aprehensión contra este hombre ya se giró, por lo que la Policía Nacional, la DIJ y la DIP están tras él.
Se defendió
Fue en la habitación N° 41 del “push button” El Romance donde Guadalupe recibió 16 puñaladas en diferentes parte de su cuerpo, aunque la necropsia concluyó en que la herida que le causó su muerte fue la que le propinaron en el cuello.
La autopsia también detectó una herida en su brazo izquierdo, lo que hace presumir que ella intentó defenderse al momento que era atacada.
Según el fiscal, el hombre tuvo el tiempo de cometer el hecho, limpiar la escena e intentar sacar el cuerpo del lugar, pero al parecer no le alcanzó.
El cadáver de Guadalupe no fue desmembrado, sino que el asesino aprovechó su contextura y estatura para meter el cuerpo desnudo en una bolsa negra.
Quiso borrar la sangre
Luego de cometer el crimen, el hoy prófugo intentó limpiar la sangre con las sábanas.
Este hombre, que pagó dos horas más para estar en la habitación, llamó a una de las encargadas del lugar y le indicó que su pareja le había bajado el periodo y había manchado las sábana, por lo que le dejaría 20 dólares por el accidente. Pero ya el cadáver de Guadalupe estaba dentro de la bolsa negra con sus manos amarradas con zunchos en una esquina del estacionamiento.
Según el fiscal Vargas, la tesis que ellos están manejando es que la trabajadora al asomarse a la habitación solo vio lo manchado y fue donde abrió la puerta y este escapó.
Durante el levantamiento del cuerpo no se ubicó el arma homicida ni la ropa ni el celular u otras pertenencias de la víctima.