En los ojos de Hellen Toledo se reflejaba la tristeza que causa el saber que perdió a su esposo, a un amigo, al papá de su hijo de 11 meses a manos de delicuentes, quienes le propinaron dos tiros. Todo lo hicieron para robarle.
Pero la tristeza que embarga el corazón de esta joven madre nicaragüense no es solo porque ya no podrá decirle un te quiero o regalarle un abrazo a Frederick Picado, de 23 años, quien compartió junta a ella los dos últimos años y siete meses de su vida.
Y es que su hijo, quien este 12 de marzo cumplirá un año, no conocerá a su papá ni mucho menos a su abuelo Frederick Picado, de 43 años, porque también lo asesinaron la noche del sábado en calle ‘S’ en Paraíso, en San Miguelito, cuando intentó defender a su hijo mayor.
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En este hecho de violencia también resultó herido Carlos Montana, quien se encuentra entre la vida y la muerte en un centro hospitalario.
ÚLTIMA CERVEZA
Hellen le contó a “Mi Diario” ayer que eran aproximadamente las 8:00 p.m. del sábado cuando su esposo Frederick junto a su papá y Carlos se sentaron en la parte de abajo (vereda) para tomarse unas cervezas como de costumbre hacían cada fin de semana.
Todo transcurría de lo más normal hasta que Frederick, pasadas las 11:00 de la noche, subió hasta el cuarto y le entregó 80 dólares a su querida esposa. Al bajar nuevamente, no pasaron ni cinco minutos cuando se escucharon los disparos. Hellen se asomó desde el balcón y observó en el suelo a su esposo y a su suegro.
Ella inmediatamente, con ayuda de otras personas, llevó a su esposo hasta el cuarto de urgencias de la Policlínica Manuel María Valdés y un patrulla de la Policía Nacional auxilió a su suegro. Al llegar ambos ya habían fallecido, ya que Frederick recibió un tiro en la cabeza y otro en el estómago, mientras que su papá recibió un disparo en el pecho.
Según contó Hellen, los hechos ocurrieron cuando su esposo observó cómo un sujeto golpeaba a una mujer y al preguntarle al hombre que por qué lo hacía, le disparó y el papá de Frederick al defender a su hijo también fue herido.
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No conforme con esto, los sujetos le robaron el celular y la cartera a Frederick, al igual que a su padre y a Carlos.
Las víctimas fueron descritas por los vecinos como personas trabajadoras y humildes y que no se metían con nadie. Por este hecho no hay aprehendidos.