El primer día de 2025 dejó una trágica huella en Panamá, con cuatro homicidios y múltiples heridos en una jornada marcada por tiroteos, ajustes de cuentas y conflictos familiares. La violencia, que se extendió desde Barraza hasta Pedregal, pasando por la 24 de Diciembre y Santa Librada, refleja la creciente inseguridad en las calles de un país que cerró 2024 con 581 crímenes.
El primer homicidio ocurrió a las 5:55 a.m. en la vía principal de Barraza, corregimiento de El Chorrillo, frente a la Multi 7. Eliazar E.S., alias “Huevo”, un menor de apenas 13 años, recibió cuatro impactos de bala: dos en el tórax, uno en el pómulo derecho y otro en la oreja izquierda. Testigos relataron que “Huevo” llegó armado, con una pistola rosada, aparentemente para atacar a un grupo de personas, pero fue recibido con disparos que acabaron con su vida. Con antecedentes por posesión ilegal de armas, había sido aprehendido el 1 de julio de 2024 en Río Abajo. Su cuerpo fue trasladado al Hospital Santo Tomás, donde los médicos confirmaron su muerte.
Horas más tarde, en Rana de Oro, corregimiento de Pedregal, un conflicto familiar escaló trágicamente. Uris Adas Salas, una mujer de 34 años, y José Luis Soto, de 37, resultaron heridos tras un forcejeo que desató disparos accidentales. Salas recibió tres balazos en la cabeza, mientras Soto sufrió heridas en el tórax y la axila izquierda. Ambos fueron trasladados al hospital Irma De Lourdes Tzanetatos, donde el sospechoso permanece estable. Una fuente policial indicó que Soto, con antecedentes por hurto y allanamiento, es objeto de investigación por parte del Ministerio Público, que intenta esclarecer cómo un conflicto doméstico escaló a tal nivel de violencia y el paradero del arma involucrada.
La violencia se intensificó al caer la noche. A las 9:40 p.m., en Nuevo Tocumen, corregimiento de la 24 de Diciembre, Deison Asprilla, de 30 años, fue abatido frente a su casa por dos hombres armados que huyeron tras el ataque. Minutos antes de la medianoche, en la segunda etapa de Santa Librada, un grupo de cuatro sicarios armados irrumpió en un “parking” y disparó indiscriminadamente. Fernando Robles perdió la vida en el acto, mientras cuatro personas, incluido un niño de 9 años, resultaron heridas. Los agresores escaparon en un vehículo que los esperaba en la vía principal.
El inicio de 2025 repite un patrón alarmante de violencia. El 1 de enero de 2024 registró siete homicidios en zonas como Los Santos, Colón, Panamá (3), Panamá Oeste y Veraguas. Aunque este año la cifra es menor, la persistencia de crímenes violentos pone de manifiesto la necesidad urgente de reforzar la seguridad en comunidades vulnerables y combatir la escalada de violencia que sigue cobrando vidas.