Aurelia Molino Andrade, de 41 años, dejó a todos en shock al admitir ante una jueza en el distrito de David, Chiriquí, haber explotado comercialmente a sus cuatro hijos, exponiéndolos a relaciones remuneradas.
“Sí lo acepto”, pronunció con pesar, rompiendo en llanto y dejando a la sala en total estupor durante la imputación de cargos.
Esta mujer depravada ahora enfrenta una condena de 15 años de prisión por los horribles delitos de explotación sexual y corrupción de menores, confesados ante la justicia en Chiriquí.
Giselle Marie Acosta González, fiscal subregional del distrito de Barú, logró sustentar que Aurelia ofrecía asus hijos por la espantosasuma de 50 dólares.
Las víctimas, tres menores y una jovencita de edades entre los 11 y18 años, padecieron abusos que resultaron en dos de ellas quedando embarazadas.
Molino, en su búsqueda de clientes, frecuentaba bares, casinos y otros centros nocturnos para negociar a sus hijos. La oscura verdad revela que los abusos comenzaron cuando los niños apenas tenían 8 años.
En un giro escalofriante, Enrique Figueroa, Abel Almengor y Mario Pérez, condenados por pagar para tener sexo con menores, cumplirán penas de 9 y12 años de prisión.
La investigación de la fiscal Acosta, iniciada en noviembre de 2022 y concluida con la operación “Horizonte” en enero de 2023, condujo a la aprehensión de cinco personas en Jocote, San Valentín y Puerto Armuelles, en el distrito de Barú.
Este aterrador relato destaca la urgencia de abordar la explotación sexual y garantizar la seguridad de los menores en nuestra sociedad.