La tranquilidad nocturna en el sector de Nuevo Arraiján, corregimiento de Juan Demóstenes Arosemena en el distrito de Arraiján, provincia de Panamá Oeste, fue abruptamente interrumpida por un grito de desesperación, un llamado de auxilio que, de no haber sido escuchado, habría terminado en tragedia. En un acto de violencia doméstica que conmocionó a la comunidad, una mujer estuvo a punto de perder la vida a manos de su pareja, quien la atacó brutalmente con un arma blanca y la dejó encerrada en su propia casa.
Todo comenzó con una discusión acalorada, que escaló rápidamente cuando el agresor, cegado por la ira, lanzó una silla contra una ventana y, acto seguido, hirió a su pareja de gravedad. Con la víctima desangrándose, el hombre decidió abandonarla, dejando la puerta cerrada y cualquier esperanza de salvación encerrada con ella.
La situación parecía desoladora, pero los vecinos, alarmados por el estruendo y los desgarradores gritos de la mujer, no dudaron en alertar a la Policía Nacional. En una carrera contra el tiempo, las unidades policiales de Arraiján, encabezadas por el subcomisionado Omar Buitrago, llegaron al lugar dispuestas a lo que fuera necesario para salvar una vida.
Sin recibir respuesta desde el interior, los agentes tomaron la arriesgada decisión de entrar por una ventana lateral. En medio de la oscuridad, y conscientes de que cada segundo contaba, los policías encontraron a la mujer inconsciente, apenas aferrándose a la vida. Sin dudarlo, la llevaron en brazos hasta la patrulla y la trasladaron al hospital más cercano.
Los médicos confirmaron lo que todos temían: la víctima estaba al borde de la muerte, pero gracias a la rápida y valiente acción de los policías, hoy se encuentra fuera de peligro y en plena recuperación.
El Subcomisionado Buitrago, al relatar los hechos, no pudo evitar expresar el orgullo por sus unidades, quienes demostraron una vez más el compromiso inquebrantable de la Policía Nacional con la protección de la ciudadanía. “Fue un acto de verdadera valentía”, subrayó.
Este suceso, más que un rescate, es un recordatorio de que, en los momentos más oscuros, siempre habrá héroes dispuestos a arriesgarlo todo por salvar una vida.