La familia de Belkis Trujillo está devastada y son muchas las razones de su tristeza.
Belkis era muy querida por su madre y demás familiares y ya le habían insistido en que dejara a su compañero por su vida y la de sus hijos.
LEA TAMBIÉN: Lo asesinan en Pedregal. Bala le perforó los testículos
Ayer, en El Jobo de Piedras Gordas de La Pintada, la tristeza se sentía como una ráfaga de viento. Allí nadie podía creer que Belkis, de tan solo 29 años de edad y madre de dos hijos, hubiese muerto a manos del que un día fue su compañero sentimental.
HOMBRE CELOSO
Resulta que su madre Evidelia González, su hermana Celideth y su vecina Francisca Núñez le habían rogado varias veces que dejara a Luis Pimentel, un agente de seguridad de 50 años, porque era muy celoso.
“Yo sabía que mi hija sufría por los celos de su esposo, la perseguía y no la dejaba estar tranquila y le dije muchas veces que lo dejara”, comentó doña Evidelia de forma angustiosa.
La vecina de los Trujillo, Francisca Núñez, comentó que muchas personas piensan que estos problemas son muy viejos, pero la realidad es que muchas mujeres se aguantan los maltratos, los celos, las malas palabras y los golpes por temor.
LEA TAMBIÉN: Un monstruo. Con golosinas, motos y juguetes seducía a niños en Chiriquí
Ellas nunca esperaron que pese a los problemas de Belkis con su esposo, este se atreviera a dejar en la orfandad a dos niños que eran la vida de la joven, quien tenía toda una vida por delante.
Ayer en la casa de su madre, frente a un retrato de la hoy occisa, todos la recordaban porque tenía muchos sueños y era muy humilde y trabajadora, valores que aprendió en su casa.
HABLAN
La familia Trujillo, en medio de su dolor, les pidió a las mujeres que no se dejen maltratar, que busquen ayuda y que no se queden calladas, porque los celos son una enfermedad que puede terminar en tragedia.
LEA TAMBIÉN: Hombre es detenido. Agarró a escobazos a su hija y a su esposa embarazada
Y es que el domingo en la noche, mientras casi todo Panamá estaba pendiente de la proclamación del nuevo presidente, en El Cañaveral de Penonomé, el agente de seguridad acababa a golpes con Belkis en su propia casa. Luego de cometido el horrendo hecho, el hombre se colgó.
Por fortuna, los dos niños estaban en la vivienda de sus abuelos y no presenciaron este lamentable hecho.