Orlando Batista Marquines, un técnico de enfermería de 39 años con 9 años de servicio en el Hospital Materno Infantil José Domingo de Obaldía, perdió su trabajo y ahora enfrenta una condena de 105 meses de prisión (8 años y 9 meses) por vender cocaína en varias áreas del hospital. La sentencia fue dictada por la jueza Saida Romero, quien aprobó un acuerdo de pena consensuado entre la defensa de Batista, representada por el abogado Anthony Espinoza, y el fiscal de drogas, Edgar Tamayo.
La venta de sustancias ilícitas no ocurrió en ningún lugar, sino en áreas críticas del hospital, como el cuarto de lactantes, el cuarto de medicamentos y el lobby. Las investigaciones, que incluyeron compras controladas en agosto, octubre y noviembre, demostraron su participación en este delito dentro de la institución de salud pública.
Además de la pena de prisión, Batista deberá afrontar una pena accesoria de inhabilitación para ejercer funciones públicas durante 48 meses, que comenzará una vez cumpla la pena principal. Este escándalo, que ya venía siendo monitoreado, deja al descubierto una grave violación dentro de un entorno que debería velar por la salud y seguridad de la comunidad.