Una, tras otra, y tras otra más. Ángel Gabriel Urriola, conocido en las redes sociales como El Urri, fue multado este sábado en la Casa de Paz de San Martín luego que sus actos se salieran de control en el Metro de Panamá.
El Urri, personaje popular en las redes sociales, ya dio de qué hablar en el mes de marzo cuando alguien lo grabó mientras él lamía uno de los tubos de un vagón del Metro de Panamá.
El video en cuestión pic.twitter.com/lvrAqWwUhQ
— Freddie Claus Tobar 🎅⛄🎄 (@Skrying) September 11, 2020
En septiembre estuvo en el comentario público por supuestamente hacer un live en Instagram con una menor de edad y hablar de temas sexuales.
Ahora, volvió y por partida doble. Este medio conversó en exclusiva con el subcomisionado Verisimo Pitty, jefe de la Unidad de Policía del Metro (UPM), para conocer con exactitud los hechos acontecidos.
Este viernes rompió con la “convivencia pacífica de los viajeros del Metro”, cuando decidió sentarse en un puesto inhabilitado por el personal del Metro ante las medidas de bioseguridad y distanciamiento físico.
Colaboradores lo observaron y viajeros lo denunciaron y esto fue motivo de una multa económica por incumplir la Norma del Usuario.
En su cuenta de Instagram dijo haber recibido amenazas pero no contó que fue multado.
Para Urriola esto no pareció ser suficiente y volvió este sábado a la misma estación, ubicada en Nuevo Tocumen.
Fue visto por personal del Metro y de inmediato se le indicó que no podía viajar en el transporte público por sus comportamientos previos. Luego se requirió la asistencia de la Policía Nacional para controlar la situación.
“Las unidades de la PN del Metro acuden al llamado de una colaboradora del Metro, ya que el mismo estaba alterando la convivencia pacífica. Las unidades ven su actitud y lo reducen de acuerdo a los protocolos y lo ponen a orden de la autoridad competente”, describió el subcomisionado Pitty a Mi Diario.
En sus historias de Instagram, El Urri dijo: “quiero que me enseñen la orden policial donde dicen que yo no puedo usar el metro de panamá porque yo soy un ciudadano igual a cualquiera”.
Posterior a su aprehensión, El Urri fue sujeto de revisión de sus pertenencias y se descubrió que dentro de su mochila llevaba una cantidad importante de fuegos artificiales. Esto se convirtió en una razón suficiente para que fuera conducido a un juez de Paz.
Mi Diario pudo conocer que El Urri fue multado con $400 dólares y se le incautó todo el material pirotécnico que llevaba consigo.
Con una notable cara de preocupación, en sus historias solo dijo “ahora les explico” mientras permanecía retenido. Tras su salida de la casa de Paz, entre risas, dijo “ese es el Grinch. Jo, jo, jo”.
Pitty dijo que “son pocas las veces que por violación a la convivencia pacífica se conducen a ciudadanos por este tipo de comportamiento” y más comunes son las violaciones a las medidas de bioseguridad y el reglamento del viajero.